Consciente de que a la fecha siguen existiendo muchos vacíos en la ley que dejan desprotegidos a las niñas, niños y adolescentes (NNA), el diputado Omar Bazán busca fortalecer la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado.
Está modificación tiene el principal objetivo de garantizar la protección, integridad y tratamiento psicológico a los menores de edad que quedan en situación de orfandad en la entidad a fin de otorgarles una mejor calidad de vida. Por ello se incluye, más allá de lo físico, el aspecto emocional.
El decreto propuesto quedaría redactado de la siguiente manera: “En los casos de niñas, niños y adolescentes en situación de orfandad por el feminicidio de su madre, el homicidio de alguno de sus padres o de ambos, las autoridades estatales y municipales en el ámbito de sus respectivas competencias, deberán implementar acciones específicas y medidas cautelares inmediatas para garantizar la protección, integridad y tratamiento psicológico del menor, así como su reincorporación a la vida cotidiana y el ejercicio pleno de los derechos establecidos en esta ley.
Es así como, a decir del legislador priista, esta propuesta permitirá que el Estado intervenga en la situación dolorosa cuando los menores se enfrentan a los casos antes mencionados, motivo por el cual se debe contar con una actuación inmediata por parte de las autoridades.
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La propuesta aborda el hecho de brindar apoyo psicológico y emocional adecuado a los menores afectados, proporcionándoles la intervención de profesionales, un espacio seguro donde puedan expresar sus sentimientos y recibir el acompañamiento necesario para superar el trauma causado por la pérdida de sus seres queridos.
Posteriormente, expone el legislador, el Estado debe buscar la manera de afianzar esa seguridad física y emocional asignándoles tutores legales responsables de velar por sus intereses y necesidades.
De tal manera que las autoridades deben comenzar a preocuparse por promover su reincorporación a la vida cotidiana y su inclusión en la sociedad brindándoles acceso a la educación, a la salud, recreación y otras actividades que les permitan desarrollarse plenamente como individuos.
El congresista concluyó exponiendo que, en México, se calcula que hay 800 mil NNA que han perdido a sus padres como producto de la violencia por el crimen organizado, por lo que considera indispensable prestar atención a dicho problema.