La Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología exhorta a la ciudadanía a no bajar la guardia en el cuidado de tus mascotas, ante los cambios en la temperatura que se registran en la capital por la temporada invernal, en la cual esperan más descensos y fuertes vientos, por lo que se emiten las siguientes recomendaciones.
En la alimentación de tu mascota, es necesario reforzar su comida de forma balanceada proporcionando mayor energía al animal, si este vive al exterior del domicilio, ya que tienen mayor sensibilidad a las bajas temperaturas debido a deficiencias en la regulación térmica; además, la exposición al frío por breves período puede dañar al animal. Aunque el clima se torne muy frío siempre es necesario que tu mascota tenga agua fresca que beber.
Para los paseos, deben ser constantes durante el invierno, por lo menos cada tercer día, aunque esté frío el ambiente, es una actividad necesaria para el bienestar del animal y se le puede cubrir con algún suéter.
Las mascotas que viven fuera de las casas necesitan un lugar térmico, de preferencia separado del suelo que lo proteja contra el viento y el frío, y al que pueda acceder de forma libre. El lugar no debe tener goteras y debe ser suficientemente cerrado para resguardar el calor que el propio pelaje de tu mascota genera, además debe mantenerse limpio y seco.
Existen otros cuidados especiales, como:
- Estar atentos de la vigencia de todas las vacunas.
- Fortalecer su sistema inmunológico.
- Si la mascota se moja por lluvia o nieve hay que secarlo lo más pronto posible con una toalla y una secadora para pelo.
- Los cachorros de perros y gatos y las mascotas mayores, durante el invierno, requieren de una atención y un cuidado muy especial.
- Ante cualquier inquietud no dejes de consultar al veterinario.
Es considerado como maltrato animal todo acto, hecho u omisión del ser humano que pueda ocasionar dolor o sufrimiento afectando el bienestar animal, poner en peligro la vida, o afectar gravemente su salud, como:
- Encadenar a una mascota durante largos periodos de tiempo a la intemperie.
- Que la mascota no cuente con un lugar adecuado para protegerse del clima.
- Que no cuente con alimento y agua.
- Descuidar la limpieza del lugar donde habita.
- No proporcionar la atención con el veterinario.
- No proporcionar el ejercicio necesario a la mascota según su especie y raza.