Las consecuencias de usar planes, programas educativos y libros de texto sin secuencia serán desastrosas, provocarán un daño de largo impacto e irreversible para toda una generación, que no adquirirá conceptos fundamentales, los cuales fomentan habilidades cognitivas y de pensamiento crítico que son esenciales para todas las áreas del conocimiento, advirtió Carlos Mancera Corcuera, consultor especializado en el área educativa.
El exsubsecretario de Planeación y Coordinación en la Secretaría de Educación Pública destacó la actuación del gobierno de Chihuahua tras interponer una controversia constitucional para la defensa de la educación y del Artículo 3 Constitucional.
➡️ Recibe las noticias directo a tu celular. Suscríbete aquí a nuestro canal de WhatsApp
En entrevista con El Heraldo de Chihuahua destacó que la visión del gobierno federal es sectaria, doctrinaria y ejerce la arbitrariedad, porque viola los postulados del Artículo 3 Constitucional, hay una limitación jurídica para que se utilicen los planes y programas del ciclo pasado 2022-2023 y no se distribuyan los nuevos libros de texto.
“En Chihuahua hay un blindaje jurídico frente a la expropiación de la educación, por lo que podría solicitar a la SEP la reimpresión de los libros de textos para primaria o secundaria del ciclo pasado”, dijo el especialista.
Si bien Chihuahua ha brindado materiales alternos para maestros, niñas, niños y adolescentes, éstos son perentorios, ya que sólo se han desarrollado para las primeras semanas de clase, por lo que solicitar la reimpresión sería una alternativa.
El especialista señaló que una reforma educativa de este calado como lo pretende el gobierno federal en turno requiere por lo menos cinco años, no en un ciclo escolar sin presupuesto y sin capacitación para los docentes. Una reforma requiere de años de práctica, crítica y revisión. “Lo que sucede actualmente es que están experimentando con los niños como si fueran conejillos de Indias”.
Resaltó que uno de los principios para toda reforma curricular es respetar a los alumnos que ya están en el sistema educativo y que iniciaron con un programa de estudios hasta que se agote el nivel, ya que de lo contrario se rompe la secuencia de aprendizaje.
Carlos Mancera catalogó a los LTG como pseudo libros que relegan a un segundo plano lo básico, los alumnos deben aprender matemáticas, lectura, escritura y ciencias, impiden el desarrollo de los niños como personas creativas y seguridad de sí mismas.
Además mencionó que se viola el debido proceso para la reforma curricular, ya que primero se debió hacer la consulta para elaborar los planes y programas de estudio, una vez que éstos se publican en el Diario Oficial de la Federación se procede a realizar los libros de texto gratuito.
El desaseo en el proceso dio como resultado LTG muy deficientes, “no sirven como recurso didáctico, son una colección de cápsulas que están sobrepuestas sin contenido sin conexión sin hilación didáctica, sin racionalidad alguna con respecto al proceso de aprendizaje”.
Advirtió que los más pobres serán los más afectados sobre todo donde el LTG es el recurso educativo por excelencia, en las escuelas donde las condiciones sean más favorables habrá elementos para salir adelante. “Se producirá un daño muy serio al aprendizaje y se viola el precepto de que la educación debe ser equitativa”.
El especialista detalló que tienen una carga ideológica y cierto adoctrinamiento, muestran desprecio por la historia de la educación en México. De la misma manera basan el trabajo en proyectos, pero no pueden ser el único recurso para el aprendizaje, ya que lo abordan como una especie de instrucciones.
“El abuso de los proyectos conduce a que los niños no aprendan lo básico de cada disciplina como es la lectoescritura, matemáticas, ciencias, humanidades. Es falso que los proyectos puedan sustituir el aprendizaje de las disciplinas, más bien las complementan”.
Mancera destacó que los LTG están elaborados con una filosofía comunitarista, que le da un peso categórico a la comunidad en detrimento del individuo. “Son seres individuales con derecho a pensar”.
Ahora le toca a los estados aportar materiales para que los ciudadanos no caigan en el dilema que plantea la Federación: esos libros o nada. Se pronunció para que los maestros y padres de familia cuenten con herramientas para la enseñanza de lo básico.
Finalmente dijo que también las maestras y maestros están confundidos, y los acuerdos que se han logrado son más políticos que en representación de los docentes, sin embargo la controversia también los protege a ellos, porque como está planteada la reforma tendrían que trabajar tres veces más y ello les ahorra un trabajo innecesario.