La Fiscalía General del Estado de Chihuahua ha identificado a una familia como la principal operadora y responsable de participar en los ataques registrados en Guachochi y, horas más tarde, en Coronado. Que aunque no existe una conexión directa o cronológica entre ambos sucesos, las autoridades han vinculado a esta familia con ambos sucesos, resaltando su presencia y actividad en la zona sur del estado.
Se trata del grupo operador de Los Salgueiro, perteneciente al Cártel de Sinaloa, quien sostuvo un enfrentamiento inicial en Guachochi, el día 5 de junio en las afueras de una iglesia, posteriormente el día 6 de junio, se registró otro enfrentamiento con este grupo, pero ahora en el municipio de Coronado, también ubicado en la región sur del estado.
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En ambos sucesos, la Fiscalía General del Estado detectó la presencia de subordinados de Ruperto S.N. El 37 operador de Los Salgueiro para el Cártel de Sinaloa, quienes mantienen un conflicto interno en Guachochi y una rivalidad territorial en Jiménez con el llamado Nuevo Cártel de Juárez, que encabeza Ricardo Arturo C.L. apodado o conocido como El Piporro o El Félix.
Esta versión fue confirmada por el fiscal general, César Jáuregui Moreno, quien detalló que estos hechos se habían registrado entre dos bandos rivales y a su vez, en el municipio de Guachochi, cerca de Parral, también surgió un enfrentamiento armado, pero en esta ocasión con un grupo interno de Los Salgueiro.
A esta familia, las autoridades los han identificado como en un papel crucial en las operaciones del Cártel de Sinaloa en la región sur de Chihuahua, así como en partes de Durango y Sinaloa, tanto las autoridades estatales como las federales han estado siguiendo de cerca los movimientos de esta organización y han logrado desactivar a varios de sus miembros en operativos previos como fue a los sujetos identificados como Antonio Leonel C.M. El 300, César Ulises R.J. El 309 y Bryan José S.Z.El 90.
Según el organigrama elaborado por la Fiscalía General del Estado, se ha identificado a Ruperto S.N., apodado El 37, como el líder de la organización de Los Salgueiro. Por su parte, Melquiades D.M., conocido como El Chapo Calín o El 13, se ha señalado como uno de los representantes o encargados de la plaza en el municipio de Guachochi de esta agrupación, ubicado a pocos kilómetros de la cabecera municipal de Parral, donde la familia tiene su centro de operaciones.
Melquiades D.M. El Chapo Calín, desde hace un año ha intentado retomar su legado, tras haber sido capturado por personal de Sedena y FGR, por lo que se disputa el territorio con dos subgrupos del mismo Cártel de Sinaloa de Guachochi y sus alrededores.
En un violento incidente ocurrido el día 5 de junio, individuos armados pertenecientes al grupo liderado por Melquiades D.M. protagonizaron un ataque en la comunidad de Santa Anita, en las afueras de una iglesia dentro del municipio de Guachochi, donde los pistoleros asesinaron a un individuo y, de manera violenta, decidieron degollar su cuerpo. Además, en la escena se encontraron más de 700 impactos de arma de fuego.
El 13 es un hombre que está a punto de cumplir 50 años, es originario de Juárez y según la información que existe en los registros oficiales, fue reclutado por la familia Los Salgueiro para formar parte del mundo criminal. Los primeros indicios de su participación en actividades delictivas en Guachochi se remontan a marzo de 2016, cuando contó con el respaldo de Ruperto El 37.
Durante varios años, Melquiades ha estado involucrado en un conflicto con su primo, Servando M.O. alias El 21 o El Servandito, quien actualmente opera en la zona de Batopilas y trabaja para el mismo grupo criminal, pero con el patrocinio de otra familia que se encuentra en la zona de Chínipas y sus alrededores.
Por otro lado, el segundo enfrentamiento armado se registró horas más tarde, en Villa Coronado, a las 14:00 horas del 6 de junio. El violento enfrentamiento entre “Los Fénix” de Jiménez y Los Chapos de Parral, dejó al menos cinco personas muertas, una persona gravemente herida, numerosos casquillos percutidos y varios vehículos abandonados.
Según los informes recuperados por la Fiscalía General del Estado, y confirmados por el titular, este enfrentamiento forma parte de un conflicto armado existente entre el Cártel de Sinaloa, liderado por Ruperto S.N. El 37, y una facción del Nuevo Cártel de Juárez que opera en el municipio de Jiménez, en la misma región sur del estado.
El mismo fiscal general, César Jáuregui, confirmó que lo ocurrido en Coronado habría sido un enfrentamiento entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez, que se encuentran colindando entre los municipios de la zona sur del estado y representadas por Ruperto El 37 en Parral y Coronado y por Ricardo Arturo El Piporro en Jiménez.
En Jiménez, de acuerdo al mismo organigrama elaborado por la corporación investigadora, identifican a un sujeto como el operador del grupo criminal, de nombre Ricardo Arturo C.L. apodado o conocido como El Piporro o El Félix, quien junto a sus hermanos ha permanecido a cargo de las labores criminales de la zona para el Cártel de Juárez.
El Piporro estuvo varios años en prisión, pero a pesar de permanecer en el Cereso 1 de Aquiles Serdán, continuaba dirigiendo la organización, y en su lugar dejó como encargada a su hermana Daniela C.L. La Reina del Sur, quien posteriormente generó una relación sentimental con Gibrán R.S. El Mocho, quien fue un objetivo prioritario del estado y fue capturado en 2020 en un fuerte operativo en la región sur del estado.
Tras su liberación, Ricardo Arturo C.L. retomó el mando de la organización criminal en Jiménez y desde su regreso ha protagonizado al menos dos enfrentamientos armados que han dejado un saldo de por lo menos 10 personas sin vida, esto como parte de la rivalidad que mantienen con el grupo antagónico que radica en Parral.
A pesar de su cercanía, la Fiscalía General del Estado mantiene un registro de una fuerte rivalidad entre los municipios de la zona sur, ya que en una de las zonas se encuentran operando el Cártel de Sinaloa y a pocos kilómetros se encuentra el Cártel de Juárez, en Jiménez, que ambos buscan atraer la zona total de la operación criminal.