Este Quinto domingo de Cuaresma, la antesala de la Semana Santa que inicia con el domingo de ramos, es decir, la entrada de Jesús a Jerusalén, por lo que este domingo los fieles católicos reunidos en la Catedral Metropolitana de Chihuahua reflexionaron sobre la situación que vivió Jesús en el Huerto de los Olivos.
Con la aproximación del domingo de Ramos, los comerciantes empiezan a ofrecer sus cruces elaboradas con palmas, para que aprovechen la hora de misa para la bendición.
En las escalinatas del atrio de Catedral uno de los vendedores ofrece estas cruces a precios accesibles a fin de que la feligresía pueda adquirirlas con tiempo.
En el interior, los feligreses reflexionaron sobre las lecturas de este domingo donde se muestra a Jesús, hecho carne, con sentimientos como cualquier persona. Su muerte se aproxima y ello en lugar de acobardarse lo incita a entregarse por la salvación del mundo.
Jesús sufre las consecuencias de la injusticia, pero su sufrimiento es sanador es el sufrimiento que supone que el grano de trigo muera, para que con ello dé fruto y fruto en abundancia.
Este domingo se invitó a los católicos a morir al pecado y resucitar junto con Jesús a una vida nueva.
De esta manera se sabe que el testimonio de Jesús muestra que la vida no se pierde cuando se convierte en alimento de la verdadera vida. Jesús lo hizo posible con su entrega durante su vida hasta entregarla en la cruz.
Es por ello que este domingo se exhortó a la feligresía a dar vida a través de una vida generosa y enfocada al bien común.