El supermercado ubicado en la Nueva España y Periférico R. Almada reactivo sus operaciones normales tras haber sido sede de un robo a mano armada el día de ayer martes 8 de agosto, donde desgraciadamente un custodio de traslado de valores perdió la vida.
Después de la tragedia el supermercado fue cerrado momentáneamente para que los elementos de la policía municipal y los servicios de peritaje pudieran trabajar en el levantamiento de cuerpo, abriendo con normalidad ya hasta entrada la tarde del mismo día.
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Esta mañana los cajeros automáticos amanecieron con cinta policiaca y una manta, dando a entender que no están en funcionamiento por el momento, sin embargo, los amables trabajadores del supermercado ofrecen otro cajero automático que se encuentra poco más lejos de la entrada.
EL incidente sucedió el martes 8 de agosto al interior del supermercado ubicado sobre el Periférico R. Almada alrededor de las 12:00 del mediodía, cuando trabajadores custodios de traslado de valores se disponían a cargar efectivo a los cajeros automáticos, estos fueron atacados por sujetos armados que dispararon a quemarropa robando 2 millones de pesos, dejando a uno de los trabajadores de los custodios sin vida y a otro herido.
Luego de una eufórica búsqueda de parte de los elementos de seguridad por la zona del robo, se encontró el auto Versa, el cual fue abandonado en la calle Óscar González, los agentes asegurar el vehículo en el cual no había evidencia de haber sido usado para el delito, ni ningún rastro de los sujetos.
Gracias al despliegue de recursos humanos y tecnológicos fue como se pudo dar con los responsables, luego de que se estableciera un filtro de revisión en la salida de revisión en la salida hacia Cuauhtémoc, así como el patrullaje constante de tierra y aire.
Hasta el momento se ha compartido la exitosa aprensión de cuatro de los ladrones y causantes del trágico incidente, tres hombres de 34, 37 y 55 años de edad, en compañía de una menor de 16 años, quienes fueron detenidos y puestos en disposición de la Fiscalía General del Estado.
Durante el trágico incidente los empleados de la tienda fueron precavidos de no acercarse al acto y solo llamar a las autoridades pertinentes para que se hicieran cargo de la situación mientras seguían los protocolos de la empresa, entre los cuales se puntúa el salvaguardar a los clientes y a los mismos trabajadores y evitar que estos queden atrapados en el incidente.