Como parte de las tradiciones mexicanas, la Universidad del Valle de México, Chihuahua realizó un evento por el Día de Muertos en el que a través de ofrendas se rindió homenaje a símbolos del cine mexicano de la Época de Oro y figuras destacadas de la música nacional a quienes se recordó a través de fotografías y breves reseñas del legado que dejaron por su talento y trayectoria.
Sara García, Pedro Infante, Javier Solís, Agustín Lara y Cantinflas fueron algunos de los personajes en honor de quienes se elaboró la tradicional ofrenda que incluyó elementos como: imágenes, alimentos, velas, agua, sal, calaveras y flores; cada repisa del altar contenía diversos artículos típicos de estas fechas.
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La flor de cempasúchil tuvo un papel principal en este proyecto en el que se involucraron alumnos, maestros y directivos quienes por espacio de semanas realizaron la planeación e intercambio de ideas para llevar a cabo con éxito la actividad que tuvo como fin celebrar una festividad característica del país e inculcar la tradición en nuevas generaciones.
A la par de las ofrendas, los jóvenes portaron atuendos que dan identidad al Día de Muertos, las elegantes Catrinas desfilaron por la institución luciendo vestidos largos y el maquillaje que asemeja al personaje de “La Calavera Garbancera”, mientras que grupos enteros vistieron de color negro y enfatizaron su entusiasmo por participar en el festejo que honró a la muerte con gran vida.
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El evento de la UVM convocó a padres de familia e invitados especiales que tuvieron oportunidad de recorrer los altares de muertos, donde se encontraban los organizadores que no dudaron en explicar el proceso que siguieron para la conclusión de cada ofrenda y exhortaron a los ahí reunidos a visitar cada una de las ofrendas llenas de creatividad e ingenio.
Directivos felicitaron a la comunidad estudiantil y personal docente por su esfuerzo e hicieron referencia a la importancia cultural de esta festividad invadida de flores, aromas, alimentos, bebidas y calaveritas de azúcar que recuerdan que la muerte es tan inesperada como inevitable.
Las instalaciones de la Universidad del Valle de México se envolvieron en olor de cempasúchil, copal y pan de muerto; los colores vibrantes de las flores, papel picado, Catrinas y Catrines engalanaron las ofrenda donde la alegría de la juventud estuvo presente agradeciendo el apoyo de los docentes quienes fueron guía clave para el éxito del evento que se apegó a la festividad popular de México.
Es de resaltar que, para esta celebración, los alumnos estudiaron a cada personaje, se adentraron en su historia y gracias a ello, los altares lucieron elementos característicos de las personas a quienes se recordó.