“Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor”, señaló el arzobispo Constancio Miranda Weckman al presidir la misa solemne de Pentecostés, fiesta con la cual se culminan las fiestas pascuales que duraron 50 días.
Destacó que en esta fiesta los creyentes reciben la luz y la fuerza del Espíritu Santo, que los llena de fe para difundir el mensaje de Jesús resucitado.
En el evangelio se recordó como al anochecer del día de la resurrección se presentó Jesús en medio de sus discípulos, sabiendo de sus miedos y cobardías, pero se les aparece para encontrarse con ellos.
Los discípulos recibieron al Espíritu Santo, a quienes les perdone sus pecados, les quedarán perdonados.
El jerarca de la iglesia católica mencionó qué hay que pedirle al Señor que envíe al Espíritu Santo, “Ven Espíritu Santo y renuévame, porque a veces estamos caídos y sin fe. A partir del día de Pentecostés el Espíritu Santo nos hace audaces, porque Dios está en nosotros y con nosotros para que podamos construir una sociedad más justa”.
Además dijo a la grey católica que el Espíritu Santo está en cada uno para que pueda reflexionar sobre lo que es bueno y verdadero, que está en los corazones para que puedan elegir lo que lleva al amor y vive en ellos para gozar a plenitud la vida.
“No nos queda más que abrirnos a la acción del Espíritu Santo para que haga su obra salvadora, los invito a que le digamos: ven Espíritu Santo, llena mi corazón”.
Por su parte, Gustavo Sánchez Prieto indicó que con esta fiesta se culmina la celebración del tiempo litúrgico que inició con el Miércoles de Ceniza y después con la cincuentena pascual.
“El señor nos da la oportunidad de vivir la historia cada día, llenos de fe, esperanza y caridad. Una respuesta que tenemos que expresar con hechos”.
El presbítero Gustavo Sánchez Prieto, vocero de la arquidiócesis invitó a los feligreses a orar para que el Señor le dé agua a los chihuahuenses y bendiga al mundo con la paz.