El subsecretario de educación básica, Lorenzo Arturo Parga se pronunció al reciente brote en casos de peleas, agresiones o acoso involucrando a jóvenes estudiantes. Gran parte de estas situaciones ocurren afuera de los planteles y en ese sentido se tienen localizadas las zonas con mayor incidencia de violencia entre la comunidad estudiantil, por lo que buscan implementar operativos en conjunto con las fuerzas de seguridad para paliar estos actos.
En ese sentido, es que tanto la Secretaría de Seguridad Estatal como la Dirección de Seguridad Pública Municipal participarán en conjunto con la SEyD para posicionar patrullas y elementos en los puntos de mayor incidencia de hechos violentos entre estudiantes a nivel estatal.
Parga indica que imposible tener elementos resguardando todas las escuelas del estado, mismas que rebasan las cinco mil solamente en Educación Básica.
“Tenemos en el estado 5 mil 967 escuelas en nivel básico, por lo que sería imposible tener un policía o dos en cada escuela, sin embargo, tenemos que buscar alternativas ya que tenemos focalizados las colonias o zonas de mayor incidencia donde más se dan este tipo de problemas”, puntualizó el subsecretario.
Así mismo, Parga indica que habrá lugares en los que no sea necesaria la presencia policial, sin embargo adelantó que en otras zonas se requerirá de la presencia de hasta 4 uniformados.
Ante las agresiones registradas en instituciones tanto públicas como privadas que se han suscitado durante la última semana, el subsecretario indicó que en cuanto a la jurisdicción de la escuela se trabaja en la activación de protocolos y se canaliza al menor para que reciba una atención debida en su institución cuando se detectan conductas anormales, sin embargo no es posible sobrepasar y adentrarse a la vida íntima y familiar de los niños.
“No podemos ser invasivos, entonces atendemos con las herramientas, instancias e instituciones que nos puedan brindar el apoyo”, señala el subsecretario.
Una vez que el padre de familia está de acuerdo, se puede dar seguimiento a los casos e incluso invitar a los jóvenes a recibir atención psicológica para detectar qué les mortifica o le sucede a los niños.