“No podemos permitir que la presa llegue a menos del 15 por ciento porque ocasionaría un desastre ecológico”, señaló Jaime Ramírez, alcalde de San Francisco de Conchos, quien acompaña a los pobladores del seccional de La Boquilla, quienes exigen el cierre al cien por ciento de las compuertas del embalse.
El edil ha participado en varias de las reuniones con el personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y los representantes de los Módulos de Riego del Distrito 005, donde se maneja información sobre la evaporación del agua y la filtración, por lo que se prevé que si cierran La Boquilla cuando llegue al 15% de almacenamiento, para marzo estaría en un 10% de su capacidad, lo que además de afectar a la región, también afectaría la infraestructura.
Destacó que luego vendrá el ecocidio porque no se conocer el nivel de azolve en la presa, mismo que se prevé que es de alrededor del 5%, es decir, que actualmente la disponibilidad de agua es solo de un 11%.
El edil dijo que con el bajo nivel se afectará a los peces, que ante la falta de oxígeno empezarán a morir, lo que afecta a los pescadores y prestadores de servicio, pero además a quienes consumen el agua de la presa, que comprende desde la zona de Boquilla hasta Ojinaga.
A pesar de que este ciclo agrícola fue restringido al 40%, es decir, se extrae agua para una menor cantidad de superficie, la afectación a la presa es considerable, por lo que señalan que ha sido muy poca la responsabilidad de Conagua al concesionar toda el agua.
La idea es que la presa no se quede a menos del 15% para garantizar el agua para consumo humano
Con esta situación se prevé que no habrá ciclo agrícola 2025 con agua de la presa, pero se debe tener un equilibrio. “No podemos dejar morir a los agricultores, ni pescadores y desde el 8 de julio en la reunión con Conagua se les dijo que le bajarán a la extracción”.
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El edil mencionó que las lluvias los abandonaron, solo se han registrado algunos ingresos en el Valle de Zaragoza lo ha coadyuvado a mantener el nivel del embalse durante algunas semanas. “Si no se hubieran registrado estos ingresos ya estaríamos por debajo del 15%”.
La falta de lluvias también ocasiona la sequedad de los manantiales de la zona y hay comunidades en la parte alta de la presa que están sufriendo el desabasto de agua potable. En los filtros de abajo y a nivel medio se cuenta todavía con poca agua y siguen trabajando el turismo.
Jaime Rodríguez resaltó que en La Boquilla se cuenta con sistema de gravedad para el consumo de agua potable y las zonas altas se batalla para dar abastecimiento, hay que ingresar pipas para darle abasto.
Esta situación se expone ante el secretario de Gobierno Santiago de la Peña el subsecretario Óscar González Luna.