Desde el Foro Ciudades 2022, ‘Hablemos de Innovación’, el maestro Juan Alayo, explicó que el crecimiento acelerado de la ciudad de Chihuahua fue de incrementar en tres veces su población y seis veces su superficie en los últimos 40 años, lo que representa mayores costos de movilidad y falta de accesibilidad a las familias y de una inversión incosteable para la ciudad en dotación de servicios para los ciudadanos.
“No podemos seguir con casitas, casitas, casitas en millas, millas y millas, hasta donde no alcanzamos a ver. Tenemos que hacer un planteamiento a largo plazo, de 40 a 50 años, para montar la visión. Y dentro de los primeros cinco a ocho años, cambiar el marco jurídico y fiscal, que nos impide llegar ahí. Y definir, que la construcción de ciudad, por defecto, sea una ciudad densa, central, y no sea una urbanización en la periferia”, afirmó el maestro Juan Alayo.
“Tenemos que empezar a frenar la expansión y a densificar. Y luego, poco a poco, ir viendo cómo reducir la huella urbana”, agregó.
En su disertación, Juan Alayo, abordó el impacto de la forma urbana, la manera en que se desarrollan las ciudades, y el impacto en las personas y el desarrollo económico, y apuntar al reto de las ciudades, y la importancia de las ciudades en México, a las que se refirió diciendo que “Siendo tan pequeñitas, las ciudades son las que se encargan de destrozar el planeta”.
En ese tema, inició definiendo qué es una ciudad eficiente, para qué es la ciudad, cuál es su desempeño, cuánto cuesta en construcción, operación, mantenimiento y reposición.
“Si vivimos en ciudades, y en general la gran migración es en busca de oportunidades, la gente vive en ciudades, porque quiere oportunidades de educación, sanitarias, trabajo, ocio, cultural. La función principal de la ciudad es proporcionar el mejor y más fácil acceso a todo tipo de posibilidades para potenciar el desarrollo humano de sus habitantes. Si es una buena ciudad, nos va a ayudar, si es mala, nos va a dificultar ese desarrollo. Tenemos que generar proximidad y acumulación de oportunidades. Buena densidad y adecuada mezcla de usos”, dijo.
El Maestro Alayo presentó el caso de la ciudad de Bilbao, en el que tendría 33 kilómetros lineales de calles, presentando el tejido urbano, en 180 hectáreas de suelo urbano, de las cuales, 60 has. Son calle, que son el espacio público por excelencia, dotadas de servicios, actividades y vidas. Son 7 millones de metros cuadrados de superficie construida, es decir, 35 mil viviendas, con casi 100 mil habitantes en el entorno y 5 mil locales comerciales, que no se equipara a ningún shopping mall que se le compare, ni la diversidad que ofrece, sin necesidad de hectáreas de estacionamiento, y que da servicio a la gente que vive en el entorno.
La población a nivel mundial, tardó 12 mil años en llegar a los 2 mil millones de habitantes, pero en tan solo 30 años se duplicó, situación que el Maestro Alayo calificó como un crecimiento súper exponencial. El 75% del tejido considerado urbanizado tenía menos de 30 años, es decir, que creció mucho más rápido que la población, aproximadamente el 75% en los últimos 30 años de las zonas urbanizadas.
En México no ha parado el crecimiento la población se duplicó más del 80%, entre 1980 y 2010, y con la que se tiene actualmente en 2020.
Al referirse al caso de la ciudad de Chihuahua por cada metro construido de calle o de vialidad, tiene 0.8 metros cuadrados de edificación. Y cuestionó, si consideramos que las calles en nuestra ciudad, vienen a ser los pasillos en nuestra vivienda, ¿tendría lógica tener un pasillo más grande que todas las demás piezas juntas?
“Ese es el problema de Chihuahua tiene 75 metros cuadrados de calle por habitante (algunas todavía son de terracería), en una familia de tres personas, eso supone 200 veintitantos metros cuadrados. Más grande que la vivienda, ¿cómo podemos dotar a la población de más calle que de vivienda? Y no pensemos en las zonas más modestas”, expuso.
Eso habla de la eficiencia de la ciudad, en la que se habla de que entre menos infraestructura dé servicio a mucha más gente. El suelo urbano es un suelo escaso y caro, porque hay que proveerlo de infraestructuras, y darle mantenimiento, limpieza, seguridad y demás. En Chihuahua por cada metro cuadrado de la huella urbana, solo hay 0.23 metros cuadrados construidos, esa es la densidad edificatoria del territorio. Es decir, por cada hectárea solo hay 2 mil 300 metros cuadrados edificados, que deja otros 8 mil sin edificar.
El 84% de la superficie urbana de Chihuahua tiene menos de 40 años, la población se multiplicó por tres; mientras que la superficie urbana, se multiplicó por seis. Ese es el crecimiento acelerado, es decir, que durante las últimas cuatro décadas, cada nueva personal usaba el doble de espacio que las anteriores.
“La baja densidad en Chihuahua requiere muchísima infraestructura por metro cuadrado construido, porque está muy dispersa. Y a cada casa, hay que llegar con una calle, con un tubo de agua, con drenaje, electricidad… También hay que dotarla de otros servicios como correo, recolección de basura, entre otros costos”, mencionó.
Así mismo, aseveró que la ciudad de Chihuahua está diseñada para el uso del vehículo privado, en otras ciudades como Barcelona o Bilbao, que son más densas, la ciudad lo pone todo a la mano, y por eso los ciudadanos caminan para llegar a sus destinos. En ciudades extensas y poco densas la accesibilidad se basa en el auto y no disponer de coche, es prácticamente una condena, “y eso es lo que tenemos”, acotó.
México es uno de los países donde las familias gastan la mayor parte de su dinero en la movilidad, y eso es un indicador de que las ciudades no les están dando el servicio, porque tienen que gastarse todo ese dinero. En promedio, se gasta más en movilidad que en vivienda. Hace cinco o seis años, se gastaba un 40% más en vivienda que en movilidad, pero cada vez hemos ido construyendo más lejos y hace falta más movilidad. El gasto en vivienda bajó 3.4% del PIB total del país y el de movilidad subió 1.2%. Ahora, las familias gastan cerca del 12% del PIB nacional en movilidad. Ese gasto es brutal.
“¿Cuál fue el principal aumento de gasto dentro de este periodo? Adquirir vehículo, porque cuánto más lejos vas, más necesario es. Y se gastaban las familias igual en adquirir vehículo, como en educación y salud. A menor densidad, se requieren más longitud de servicios. Y todos los servicios son más caros, como iluminación, seguridad, drenaje, recolección de basura, entre otros”, exteriorizó.
El Maestro Alayo propuso tener una ciudad de Chihuahua mucho más densa y mejor mezclada, “no vale tener grandes fraccionamientos de baja densidad, perdidos, sin acceso a nada, y un shopping mal aquí. No. Necesitamos ciudades cinco veces más densas que actualmente, por lo menos. Nos sobra un montón de territorio que ya está urbanizado, pero es insostenible, se puede elegir transformarlo”, urgió.