El abuso de platillos irritantes favorece la aparición o agudización de diversos problemas gastrointestinales, según informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua, por lo que de recomienda a la derechohabiencia consumir estos alimentos con moderación.
Los más propensos a presentar malestares de este tipo son los adultos de 25 a 44 años de edad, por lo que se recomienda mantener una alimentación saludable y balanceada, para no presentar un desajuste en su rutina alimentaria, indicó el coordinador de Atención de Primer Nivel, doctor Ulises Parra Girón.
Explicó que el estómago y duodeno cuentan con una mucosa que los protege de los ácidos, pero cuando el equilibrio entre ambos se altera disminuyen los mecanismos de defensa del sistema gástrico y la acidez causa lesiones en sus paredes, las cuales llegan a ser molestas y dolorosas.
Indicó que los factores que alteran este equilibrio son principalmente: malos hábitos alimenticios, tal como el consumo de irritantes, alcohol y tabaco, pero también hay elementos que favorecen la aparición de problemas gastrointestinales como lo son: el estrés, infecciones ocasionadas por helicobacter pylori, medicamentos como la aspirina, naproxeno, diclofenaco y otros analgésicos y antiinflamatorios
Parra Girón indicó que la gastritis, provoca ardor y dolor en el estómago, además de inflamación abdominal e indigestión.
Señaló que cuando existe una úlcera se puede sentir una sensación de vacío, pérdida de apetito, eructos, hipo, náuseas, salivación excesiva e incluso vómitos con presencia de sangre, asociado a evacuaciones de color “achocolatado” debido a la sangre digerida.
Advirtió que en el caso de las úlceras gástricas, el dolor es más intenso localizado en el abdomen alto y se exacerba con los alimentos y disminuye con el ayuno, al contrario de las gastritis.
Finalmente, recomendó no automedicarse si se padecen estos síntomas, pues sólo se genera un alivio momentáneo y enmascara la enfermedad, lo cual permite que avance por años y retrasar un diagnóstico adecuado e impedir la identificación de enfermedades más graves o complicaciones generadas por la misma.
Por ello, ante la presencia de los síntomas ya descritos se debe acudir a valoración médica a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción.