El expresidente de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez reconoció la importancia del avance de la lucha feminista, que ha permitido que la sociedad evolucione y se vaya adaptando a una convivencia de paz y armonía en la libertad, asimismo, celebró que en Chihuahua las mujeres ocupen los más altos cargos de poder, pero también destacó que se tengan autoridades y un empresariado que se preocupan por apoyar ese avance y en general, los cambios positivos para la sociedad.
El político, empresario y académico visitó la ciudad de Chihuahua con el fin de reunirse con algunos personajes de la academia, de la iniciativa privada y de la Iglesia Católica, con quienes abordó algunos proyectos enfocados a la promoción de la educación de las personas dentro de la doctrina católica.
“El católico tiene no sólo una responsabilidad personal en su vida de cumplir con ciertas normas, con una manera de ser, con espíritu de manejarse con una amistad con Jesús en todos los aspectos de su vida, lo que involucra una responsabilidad personal y de participar de una manera activa, solidaria y eficiente en la vida pública”, subrayó.
El también ex secretario general de la Organización de los Estados Americanos destacó que es un hecho que gobernar es una tarea complicada, aún más difícil es gobernar en democracia, pero es mucho más complicado gobernar en estos tiempos de constantes cambios sociales, como lo que se da en el papel de las mujeres, que viene a cambiar totalmente el rol de las familias.
Resaltó que el cambio social de empoderamiento de la mujer llega muy tarde, pues durante miles de años la mujer siempre estuvo bajo la sombra del hombre y resulta increíble que sea apenas en el último siglo que se esté dando este cambio social.
“Las familias tienen que aprender a vivir en una nueva realidad que ya no es el patriarcado y es importante que se aprenda a vivir cómo conciliar el respeto por los derechos de los niños y de la mujer, con la disciplina, la responsabilidad y con la enseñanza de las formas de vida adecuadas”, comentó.
Respecto a la agenda feminista, Miguel Ángel Rodríguez resaltó que existen muchas cosas positivas y de beneficio para la evolución de la sociedad, con darle su lugar a las mujeres y que estén logrando la recuperación de sus derechos civiles, pues era una barbaridad que hace tan sólo algunas décadas, en todo el mundo estuvieran bastante limitados los derechos de las mujeres.
Señaló que el cambio ha venido muy lento, pero por fortuna se ha acelerado en las últimas décadas, sin embargo, ese cambio es complicado de manejar para que la sociedad se pueda adaptar.
En este sentido, el político hizo énfasis en que ese avance positivo también ha modificado la forma de vida al interior de los hogares, pues ahora las mujeres salen a trabajar y es necesario que se encuentren las soluciones a temas como el cuidado de los hijos; agregó que es necesario que la mujer encuentre en su pareja una manera de manejarse y conciliar sus ideas y de poder compartir la responsabilidad.
Resaltó que, en el caso de Costa Rica, esos movimientos han ido ganando terreno y hace varias décadas era sólo un pequeño grupo de mujeres las que ocupaban puestos en las instituciones gubernamentales mientras que hoy en día en el caso de los cargos de primer nivel, legislativos y de otras representaciones, ocupan más del 45 por ciento de los espacios, lo que demuestra un avance importante en la materia.
“Cuando el feminismo se vuelve una composición extrema y busca una confrontación o una lucha de género, es cuando es un camino equivocado, pues debe ser un camino de una camaradería, de una compañía, de un compartir y de ponerse de acuerdo, es lo mismo en la familia, se debe buscar una relación de paz y armonía, pero en la libertad no una paz y armonía en la autoridad”, puntualizó.
Miguel Ángel Rodríguez fue el presidente número 43 de la historia de Costa Rica, y ocupó el cargo en el periodo que comprende de 1998 al 2002, fue secretario general de la Organización de los Estados Americanos, presidente de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, diputado y ministro presidencial de su país, entre otros cargos de importancia política, académica y social.