Alrededor de mil migrantes que permanecían varados en el ejido Sacramento desde el pasado viernes, fueron devueltos a la capital para entregarlos al personal del Instituto Nacional de Migración.
Tras 7 días de permanecer varados y abandonados a su suerte, pensaron que este sería un mejor día, pues vieron llegar a las locomotoras y que fueron enganchadas a los vagones, pero con ellas también llegó personal de migración.
Angelique, una migrante de origen venezolano, relató que el pasado viernes lograron trepar al tren en la estación de Ferromex Tabalaopa, cerca de las inmediaciones del campamento sur, el tren solo avanzó una hora y se detuvo en medio del desierto.
“Hoy llegó una locomotora y solo la pegaron para bajar el tren hasta Chihuahua”, señaló la angustiada mujer, quien viaja en un grupo de 25 personas, entre ellas 15 niñas y niños, quienes salieron de Venezuela para salvar su vida.
Platicó que el miércoles, el personal de Ferromex acudió a la zona y les dijo que se pusieran a limpiar el lugar, porque solo así podrían reiniciar la marcha.
Las personas se organizaron para limpiar el lugar. En un recorrido entre los kilómetros 23 y 25 hacia Ciudad Juárez, ya no hay vagones, solo unos cuantos migrantes que se quedaron recolectando latas de aluminio. Todo quedó limpio.
Este jueves, la esperanza de reiniciar el viaje hacia Ciudad Juárez se reactivó al ver llegar la locomotora, nunca pensaron que en vez de llevarlos al norte, los regresaría hasta la estación Tabalaopa, al sur. “Fue orden de migración, ya no dejó avanzar el tren”.
En las inmediaciones de los patios de Ferromex, los esperaban los elementos del Instituto Nacional de Migración, “Prácticamente nos estaban esperando”, dijo Angelique.
Muchos de esas personas en situación de movilidad corrieron despavoridos para evitar ser detenidos, pues no los deportan, solo los llevan a la frontera sur para que reinicien el viaje.
Angelique platicó que desde hace 8 meses ellos se encuentran en territorio mexicano, lo que se ha convertido en un verdadero calvario. En el grupo viaja una niña con una cardiopatía, quien permaneció una semana en el Hospital Infantil de Especialidades de Chihuahua, debido a que en una de las veces que los atrapó migración les robó dinero y celulares, también se llevaron los medicamentos de esta pequeña.
El grupo esperó a que la pequeña pudiera continuar el viaje, el pasado viernes se subieron al tren y desde entonces estaban abandonados a su suerte.
Angelique mencionó que al llegar a los patios de inmediato buscaron un lugar seguro para evitar ser detenidos.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
“El tren era el único medio seguro que teníamos para avanzar, porque de otra manera nos están robando, nos están secuestrando, de todo un poco, nos dejaron tirados en ese desierto sin importar que nos pasara. Ahí estuvimos una semana y no nos dejaron avanzar”.
Al momento se encuentran sumamente desgastados y agotados pero esperan poder continuar con su viaje a fin de conseguir una mejor calidad de vida.