En una exitosa operación conjunta, la Guardia Nacional (GN) y la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) lograron el rescate de 47 reptiles que eran transportados de manera ilegal en un automóvil que ingresaba al país desde Estados Unidos.
El decomiso tuvo lugar en el puente internacional Córdova-Américas, en Chihuahua, donde los agentes detuvieron un vehículo bajo sospecha de irregularidades.
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El operativo se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y la política de Cero Impunidad impulsada por el gobierno federal, que busca intensificar la vigilancia en las fronteras y combatir el tráfico ilegal de fauna silvestre.
Este tipo de delitos, que ponen en riesgo la biodiversidad y el equilibrio ecológico, ha sido una prioridad en los esfuerzos de las autoridades mexicanas en coordinación con las aduanas.
El incidente comenzó cuando, durante las actividades rutinarias de seguridad y vigilancia en el puente Córdova-Américas, un vehículo proveniente de Estados Unidos pasó por el semáforo fiscal que le otorgó luz verde, lo que lo eximía de una inspección aduanera obligatoria. No obstante, los oficiales de la GN notaron que los vidrios traseros del coche estaban polarizados, lo que despertó sospechas, ya que incumplía con las normativas de tránsito aplicables.
Ante esta anomalía, los elementos de seguridad solicitaron al conductor detenerse para realizar una inspección del vehículo. El individuo accedió de manera voluntaria, permitiendo el registro del automóvil, que rápidamente reveló el motivo de la alerta: en el asiento trasero del coche, dentro de varias cajas de cartón, se encontraron recipientes plásticos y pequeñas bolsas de tela que contenían reptiles vivos.
Entre los reptiles incautados se contabilizaron 46 serpientes, la mayoría de la especie pitón, junto con una víbora verde y un gecko. Las especies, transportadas sin las condiciones necesarias y sin la documentación que acreditara su legal ingreso y manejo, estaban expuestas a un riesgo considerable para su bienestar
Tras la inspección inicial, las autoridades contactaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que envió a un representante al lugar para recibir oficialmente a los animales y evaluar su estado. Según los primeros reportes, los reptiles mostraban señales de haber sido transportados en condiciones inadecuadas, lo que violaba las normas zoosanitarias establecidas para el traslado de fauna.
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El conductor del vehículo fue detenido de inmediato al no poder proporcionar la documentación necesaria que justificara el transporte de los reptiles. De acuerdo con el procedimiento legal, se le leyeron sus derechos conforme a la Cartilla de Derechos que Asisten a las Personas en Detención, y se procedió a inscribirlo en el Registro Nacional de Detenciones.
Posteriormente, tanto el detenido como el automóvil fueron puestos a disposición del Ministerio Público, donde se iniciarán las investigaciones correspondientes.
La violación de la normativa zoosanitaria y el tráfico de especies protegidas o en peligro de extinción son delitos graves en México, y pueden acarrear sanciones significativas tanto económicas como penales. Este tipo de actividades, además de representar una amenaza para la biodiversidad, suele estar vinculadas a redes internacionales de tráfico ilícito de fauna, un problema que afecta a numerosos países.
Con este rescate, la Guardia Nacional y la Agencia Nacional de Aduanas de México reafirman su compromiso con la protección de la vida silvestre, destacando que estos operativos forman parte de un esfuerzo coordinado para combatir el tráfico ilegal de especies. En un comunicado, ambas instituciones subrayaron que continuarán trabajando de manera conjunta para asegurar el cumplimiento de las leyes ambientales y aduaneras, protegiendo tanto a los animales como a los ecosistemas.
