Saúl Alejandro Gutiérrez Guillén tenía toda la vida por delante y diversos proyectos que desarrollar; acababa de formar una familia, tenía una niña pequeña y otra más venía en camino, a quien no conoció.
Sin embargo, a sus 31 años de edad, en el 2018, se le detectó un absceso maxilofacial que derivó en complicaciones a nivel nervioso y pulmonar, que generó deterioro neurológico.
Fue atendido en el Hospital General Regional (HGR) No. 01, “Morelos” del Seguro Social, en donde tuvo múltiples ingresos, así como intervalos en los que también recibió atención médica en su casa por parte de las Brigadas Médicas de Atención Domiciliaria del IMSS.
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Saúl era el hijo de “en medio” de la familia Gutiérrez Guillen: Liliana es la mayor y el menor Miguel, quien lo reconoce como un verdadero luchador, que se aferró con todo por salir adelante y que en su camino, sembró amor y unidad.
Este difícil proceso unió más a la familia y mostró la entereza de sus padres: Saúl Gutiérrez y Carmen Guillén, quienes tomaron la decisión de hacer público el agradecimiento a todos y a cada uno de quienes les brindaron su apoyo en esos momentos.
“Él ingreso al hospital Morelos en julio del 2018, por un problema de una infección en una muela, lo cual se complicó y provocó un paro cardiorrespiratorio, daño cerebral e hizo que entrará en estado de coma”, relata su hermano Miguel.
“Permanecimos en el IMSS desde junio hasta septiembre de ese año. Posteriormente nos lo dan de alta para llevarlo a nuestro domicilio. Previo a esto, personal médico y de enfermería, a mi mamá y a mi, nos capacitaron para poderlo atender y brindarle los cuidados necesarios en nuestro domicilio”, añadió.
Agregó que “los pronósticos eran de dos a tres meses de vida; sin embargo, perduró durante cinco años y seis meses. Estando en el domicilio recibía visitas permanentes de las Brigadas Médicas de Atención Domiciliaria del Instituto para ofrecernos el mejor apoyo y el servicio que estuviera humana y medicamente posible en sus manos”.
“Estuvo ingresando al IMSS cuando se requería y siempre tuvimos una excelente atención por parte de todo el personal, sin dejar a nadie atrás. Mi hermano vuelve a ingresar al hospital Morelos en septiembre del 2023 y lamentablemente falleció en marzo de este 2024”.
“En todo momento personas del Instituto, tanto médicos, personal de enfermería, trabajadores sociales, personal de limpieza, seguridad, administrativos, estuvieron con nosotros brindándonos todas las atenciones posibles, pese a cualquier circunstancia que pudiera atravesarse, por lo cual queremos agradecerles de la manera más atenta y con el corazón en la mano, todo lo que hicieron por la familia Gutiérrez Guillen y en lo personal por mi hermano Saúl”, enfatizó sentidamente.
Tanta fue la familiaridad que se generó en todo este tiempo entre esta familia y los trabajadores, que éstos brindaron grandes muestras de cariño en los servicios funerarios.
Por todo ello, “con el corazón lleno de gratitud, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por el apoyo y cariño que nos brindaron durante estos difíciles casi seis años, hacia nuestro querido hijo y hermano Saúl Alejandro por su invaluable atención y profesionalismo. A los médicos, enfermeras, personal administrativo, por su dedicación y cuidados. No solo representaron un alivio a su dolor físico, sino a nuestro espíritu como padres y hermanos. Aunque nuestro hijo ya partió a la casa de Dios, en nuestra memoria queda la bondad de cada uno de ustedes, que perdurará en nuestra mente y nuestro corazón”, expresó la familia a través de una nota de agradecimiento pública.