Más que secuestro virtual, fue una extorsión el caso de la hijastra de Julián LeBarón, señaló el fiscal Zona Noroeste, Alejandro Vargas Salas, quien dijo que estos casos se presentan en un rango de tres a cuatro denuncias mensuales de este delito.
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“Ni siquiera es un secuestro, es extorsión”, dijo. Este tipo de denuncias se da generalmente a través de llamadas que proceden del penal de Tamaulipas, así como de Mexicali, dijo el funcionario estatal, quien comentó que actualmente, los ciudadanos no caen, por lo que no descarta que el índice sea mayor.
El modus operandi de estas personas es llamar a jóvenes d3e entre 14 y 15 años, quienes no tienen mucha noción de estas cuestiones, por lo que suelen caer en las extorsiones.
Estas extorsiones inician con la llamada al número del menor, a quien a través de engaños, logran que los menores de edad proporcionen el número de teléfono de un familiar, luego los extorsionadores llaman a ese número y engañan al familiar diciéndole que que el menor está secuestrado.
Por otra parte, al menor le piden que se esconda, lo que origina que como víctima, no sea localizada, como se dio en el caso de la mejor hija de Julián LeBarón, activista e integrante de la comunidad LeBarón.
Dentro de la forma de operar de los grupos delincuenciales, se le pide al menor de edad que se tomen una fotografía para posteriormente, enviarla a los familiares como prueba de que se encuentran recluidos, o bien, hacen una triangulación de las llamadas para que ambas partes piensen que la contraparte esta privada de la libertad. Sin embargo, dijo, en realidad, los extorsionadores se encuentran en un penal, lejos de la comunidad.
Vargas Salas señaló que en el caso de la hijastra de Julián LeBarón pasó esto, por lo que descartó que se tratara de una persona dentro de la misma comunidad quien tomara las fotos, debido a que son los mismos delincuentes quienes reenvían las imágenes para obligar a pagar el rescate.
Ante esto, el fiscal recalcó que se ha logrado que la comunidad demande la situación, o bien no caigan en la estafa, por lo que ha buscado tener una comunicación constante, ya que muchos de los habitantes cuentan con comunicación directa con él.