Tras culminar el periodo vacacional y en el marco del retorno del nuevo ciclo escolar la Secretaría de Seguridad Pública a través de la Subsecretaria de Movilidad contabilizó un total de 37 accidente viales en el periodo del regreso a clases desde las 6:30 hasta las 8:00 de la mañana, sin reportar ningún choque de gravedad.
Esto como parte del operativo que atendieron y llevaron a cabo durante este día de regreso a clases, donde los estudiantes de secundaria y primaria entraron a un nuevo ciclo escolar los padres de familia que los llevan a tender sus clases se vieron enredados en filas y embotellamientos en las rutas a los institutos educacionales.
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Estos congestionamientos viales se vivieron en algunos puntos importantes de la ciudad, como los son el canal, la cantera, la avenida tecnológico, entre otras, donde por las prisas de no llegar tarde a la escuela y al trabajo llevó a los padres de familia a la impaciencia que terminó en choques, aunque la mayoría fueron leves, esto retrasó aún más la circulación vial.
Parte del tráfico era por aquellos que se trasladaban a universidades y trabajos alrededor de la ciudad, además parte del problema se originó en querer ganar los lugares de estacionamiento, así como en la necesidad de salir del área congestionada para, ya sea llevar a otro hijo a otra escuela o llegar al trabajo.
La congestión más larga se reportó en el Periférico de la Juventud, donde una fila vehicular comenzaba para agarrar el canal, justo por la trébol para tomar la Ortiz Mena, los vehículos llegan hasta El Reliz.
En el radio operador, durante el transcurso de la mañana antes de la entrada de los niños de las primarias, se escuchaban los reportes de un choque tras otro alrededor de la ciudad, lo que tuvo a los elementos de la Policía Vial ocupados toda la mañana revisando que los daños materiales fueran los mínimos y asegurándose de que la circulación vial continuará.
Una vez que los alumnos entraron a sus clases y los trabajadores llegaron a sus respectivos empleos, el tráfico disminuyó dejando atrás el alboroto que probablemente se vuelva a vivir mañana por la mañana una vez más, hasta que tanto los padres de familia como los agentes viales dispongan de señalamientos apropiados que eviten estos accidentes y aglomeraciones.
