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Pese a que algunos artículos de la Ley General de Salud y la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos exigen un adecuado manejo post mórtem de los cadáveres, en varios municipios del estado no se están cumpliendo estas disposiciones, pues según denuncia personal de la Fiscalía de Distrito Zona Centro, los cuerpos están siendo recolectados por unidades improvisadas y sin un protocolo adecuado de respeto y dignidad.
De acuerdo con trabajadores del Servicio Médico Forense, no se cuenta actualmente con unidades habilitadas para la óptima recolección de los cuerpos de las personas que pierden la vida por diferente motivos, ante lo cual se ha recurrido a utilizar una pick up de la Unidad de Criminalística —que cumple otras funciones— en la que se suben los cadáveres en la caja, expuestos y con el riesgo de que puedan salir proyectados. En la ciudad se han detectado decenas de casos donde ocurre está situación.
Pese a que los restos de los difuntos son correctamente colocados en una bolsa mortuoria negra, se van moviendo en la caja de la unidad durante el trayecto de la escena hasta las instalaciones de Semefo, quedando expuestos a la vista de automovilistas y transeúntes, así como al sol y la lluvia.
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Trabajadores del Semefo informaron a El Heraldo de Chihuahua que desde hace poco más de un año se comenzó a tener problemas con los tres vehículos que operaban, los cuales poco a poco se fueron deteriorando por la falta de mantenimiento.
Con el paso del tiempo se quedaron con dos unidades, luego con una y finalmente sin ninguna, por lo que ante la alta demanda que tiene el Semefo se vieron forzados a recurrir a la pick up perteneciente a otro departamento de la Fiscalía General del Estado.
“Hay tres unidades y ninguna sirve, se descomponen de todo, no hacen por repararlas. Se conocen como unidades de Semefo, con paneles cerrados, condiciones adecuadas para la dignificación del cadáver, pero ahorita los tratan como reses en canal, los lanzan en las trocas”, fue parte del comentario que compartió una de los elementos de esa área.
El entrevistado destaca que ante la alta demanda que existe, Semefo requiere de tres camionetas para dar una cobertura adecuada, sin embargo, con una sola que funcionara podría atender a marchas forzadas —pero de manera adecuada— la carga de trabajo.
“Es una falta de respeto para las personas que perdieron la vida, también para los familiares que deben ver cómo son depositados los cuerpos en las cajas de unidades y son exhibidos como bultos por toda la ciudad, eso no es tratar con respeto y dignidad los restos de las personas que mueren en diferentes condiciones”, aseveró.
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El Heraldo de Chihuahua también pudo constatar que además de la pick up de la Unidad de Criminalística en algunas ocasiones se utiliza el servicio de empresas funerarias.
“En una o dos ocasiones incluso han participado las funerarias para llevarnos los cuerpos, han sido muy pocas ocasiones, pero se han registrado. No se puede pedir a una funeraria ese favor, porque se pueden generar compromisos de otra naturaleza”, explica.
Especialistas consultados por este medio coincidieron en señalar que esta situación afecta a la dignidad de las personas fallecidas.
El Artículo 346 de la Ley General de Salud menciona que los cadáveres no pueden ser objeto de propiedad y siempre serán tratados con respeto, dignidad y consideración. Estudios sobre la dignificación post mórtem precisan que el cuerpo inerte debe ser tratado como parte de una persona que tuvo dignidad por el hecho de ser humano y por todo lo que encierra en sí mismo, para sus familiares y personas que la conocieron en vida.
Las fuentes consultadas por este medio pidieron reservar su identidad, no obstante, se acreditó que todos los informantes se encuentran adscritos al Servicio Médico Forense.
Servicios Periciales y Ciencias Forenses se encarga de la investigación científica y forense en la entidad como auxiliar al Ministerio Público en la búsqueda y obtención de pruebas, así como en el resguardo de las escenas donde fallecieron personas, con los que se busca la acreditación de elementos penales que determinen la probable responsabilidad del autor o autores, mediante procedimientos e instrumentos técnicos y científicos que fortalezcan la procuración de justicia por medio de dictámenes técnicos.
En este punto, especialistas señalan que sin el trabajo óptimo de esta área se podrían incluso comprometer las carpetas de investigación y todo el trabajo de la Fiscalía General del Estado, desde la identificación de los cuerpos, elementos probatorios, genética, química, entre otros.
