Luego de que se generara una serie de denuncias de supuesto acoso laboral por parte de dos comandantes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, este día se instruyó la separación del cargo de estos dos elementos de la Policía Vial, quienes se mantienen en un proceso de investigación para determinar si son o no responsables de estas acusaciones.
La Secretaría de Seguridad confirmó que la separación del cargo de ambos elementos se dio durante la mañana del jueves, por instrucción del Secretario de Seguridad Pública del Estado, Gilberto Loya Chávez, quien solicitó una investigación a profundidad en estas denuncias en las que se habían señalado a los dos comandantes.
Los comandantes fueron identificados como Víctor Sosa Cázares, así como Alejandro Vargas Monge, quienes en días pasados fueron denunciados por la agente Gabriela Ramírez, quien en repetidas ocasiones, se dijo víctima de acoso laboral, hostigamiento y una serie de cuestiones que afectaban su estabilidad laboral.
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La Secretaría de Seguridad Pública informó que de momento los agentes fueron retirados de sus cargos y sus áreas, mientras se desarrolla la investigación correspondiente, por lo que ya no podrán portar arma, ni manejar personal de la corporación de Vialidad, hasta que se resuelva el caso.
De igual forma, en próximos días, anunciaron que darán a conocer los próximos comandantes que estarán cubriendo estos cargos, en lo que se determina si existe o no algún tipo de afectación laboral en esta área.
En días pasados, la agente de Vialidad, Gabriela Ramírez, acudió a El Heraldo de Chihuahua para interponer una denuncia pública, ya que no se había realizado nada en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, así como en la misma Comisión Estatal de Derechos Humanos por lo que solicitaba que terminara este tipo de agresiones en su contra.
La agente Ramírez presentó evidencias en audio y mensajes que prueban que no solo le levantaban la voz, sino que recibió amenazas y burlas en tonos despectivos, sin embargo, al llevar esa evidencia no hicieron por resguardar su seguridad, según Gabriela, apoyaron y alentaron a su abusador a continuar con el acoso.
Los comandantes han sido compañeros de trabajo de Gabriela Ramírez por lo menos 14 años, quienes más que tener una relación cercana laboral, presuntamente han provocado que varías agentes compañeras terminen su contrato mucho antes de tiempo y que la agente Ramírez desarrollara un cuadro de ansiedad acompañada de depresión.
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La primera denuncia que presentó Gabriela fue ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde indicó que los altos mandos expresaron que el titular de la institución actuaría a favor de los denunciados por ser ‘amigo’ de estos.
También se realizó la denuncia en el Órgano Interno de Control en la Secretaría en la Seguridad Pública del Estado generando el Oficio SFP-OIC-SSPE-139-2023 donde se le hizo la comparecencia ante esta autoridad en contra de los funcionarios públicos que presuntamente han ejercido abuso laboral contra ella.