El obtener la mayoría legislativa además de la Presidencia de la República en 2018, luego de veinticinco años sin que eso ocurriera, fue el punto de quiebre que puso a la democracia en un riesgo más considerable, así lo dio a conocer Lorenzo Córdova Vianello, expresidente del Instituto Nacional Electoral (INE), al compartir, de acuerdo a su experiencia, la visión que tiene de cara a la contienda electoral en el país.
Precisó que el cambio de discurso por parte del actual mandatario federal fue radical, pues cuando se dio a conocer su triunfo, su mensaje fue de exhortar a todos los mexicanos a buscar resolver los problemas en conjunto; empero, una vez que supo que su partido había logrado la mayoría legislativa, su enfoque cambió, “dejó de ser el presidente de todos para ser el presidente de su mayoría, como si los demás no fueran parte del pueblo”.
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Eso, agregó, provocó que “los resortes del pasado autoritario”, los cuales se creían alejados, se hayan reactivado. De tal manera, hizo un llamado a la ciudadanía en general a que la democracia “no es algo que cae de lo alto, no es un regalo”, sino algo que se construyó años atrás justamente desde las luchas sociales, por lo que le corresponde a la gente defenderla y mejorarla, de lo contrario se perderá, lo cual implicaría que se tenga una situación peor a la que se vive actualmente.
En entrevista para El Heraldo de Chihuahua, aclaró que el riesgo de la democracia no es algo exclusivo de México, sino que se viene observando desde hace tiempo en todo el mundo, pudiendo percibir varios motivos, entre los cuales se encuentra el hecho de que los gobiernos democráticamente electos no han sido capaces de instrumentar políticas públicas que resuelvan los problemas que aquejan a la sociedad como lo son la pobreza, corrupción, desigualdad, inseguridad e impunidad.
Esa falta de respuesta por parte de los gobernantes, dijo es la que genera el malestar no solo con la política, sino con la democracia, situación que va en aumento y se percibe con la cada vez mayor aceptación que se tiene hacia las eventuales soluciones autoritarias, lo cual consideró como preocupante, pues entre los factores de riesgo está la coyuntura.
A pesar de ese panorama poco favorable, recordó que la democracia tiene la virtud de que, el que gana no gana todo, y el que pierde no pierde todo, además de que los ciclos electorales implican que las mayorías se redefinen en cada elección, por lo que enfatizó que “las mayorías de hoy fueron las minorías de ayer y probablemente sean las minorías de mañana”.
Es por ello que, a pesar de que se prevé una elección inmersa en la polarización e intolerancia, recalcó que es la ciudadanía, a través de su voto la que tiene la posibilidad de modificar el rumbo. Igualmente, señaló la responsabilidad que tienen los actores políticos y las autoridades gubernamentales para que la contienda llegue a buen puerto.
Sobre el riesgo ante el posible abstencionismo dado lo anteriormente mencionado, explicó que, de acuerdo con lo que se ha observado a nivel mundial, se destaca que la polarización, en lugar de alejar a la población de las urnas, las está acercando, por lo que confía en que eso mismo ocurra el próximo 2 de junio.
Pero no dejó de mencionar que los factores causantes de generar en la sociedad el desinterés por votar se debe a la oferta política que está en juego y a la falta de herramientas por parte de las instancias electorales como el voto blanco, que en otros países el no elegir a alguno de los candidatos es contado como una decisión.
Por lo anterior, detalló que lo que se tiene que hacer es explicar a los votantes la importancia de participar y las consecuencias de no hacerlo; “el no participar no significa que no se tomen decisiones, sino el dejar que otros tomen decisiones por nosotros”.
Consideró que, más allá de un desconocimiento por parte de la gente, se tiene un menosprecio, pero insistió en que el voto no solo es la manera de decidir respecto a quiénes serán los gobernantes, sino que representa una manera de premiar o castigar la buena o mala gestión pública; “las elecciones suelen dejar lecciones muy importantes para los actores políticos”.
Diálogos por la democracia
En su visita a Chihuahua, el extitular del organismo electoral, tuvo la oportunidad de compartir en el foro Diálogos por la Democracia organizado por Coparmex, en donde charló con los presentes otros de los riesgos que se tienen en el actual proceso electoral, principalmente en relación a la inseguridad.
Dijo que es preocupante como ha cambiado el modo de proceder el crimen organizado, históricamente era más fácil operar y dar recursos para espectaculares, eventos públicos. “Me preocupa más la intromisión del crimen en las campañas, antes era muy esporádico que llegará con la lista de los candidatos, el caso documentado de Valle de Bravo en 2021 donde una candidata se fue a encerrar a su casa y perdió la elección”.
Refirió que en las elecciones del 2021 se prendieron varios focos rojos, “La política de seguridad en el país es voltear para otros lados y eso significa que vamos a tener elecciones a ciegas”.
Hizo hincapié en que los desafíos de cara a 2024 tienen que ver con el fortalecimiento y la cohesión interna del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y su capacidad para arbitrar adecuadamente un proceso con actores con una altísima deslealtad democrática.
Asimismo, lograr conducir el proceso electoral en un contexto de paz y de orden público, sin irrupción del crimen en los comicios. Y finalmente, la aceptación de resultados por parte de los contendientes y capacidad de las autoridades electorales (INE y TEPJF), para conducir un posible escenario postelectoral complejo.
Dar seguimiento a las decisiones relevantes del INE y del TEPJF, darles respaldo y crítica pública para garantizar imparcialidad y autonomía; “La ciudadanía tiene que crear un contexto de exigencia al desempeño de esas autoridades, porque apoyarlos no es darles cheques en blanco”.