Por unanimidad de votos, los diputados del Congreso del Estado aprobaron el exhorto presentado por el panista Gabriel García en el que solicita a la Auditoría Superior del Estado audite al Municipio de Ciudad Juárez e informe al poder legislativo sobre las actividades sustantivas y los ingresos como servidor público de Daniel Pando, quien se desempeña como asesor del alcalde, Cruz Pérez Cuéllar.
Igualmente, dentro de esa auditoría se pide se incluya a la relación de negocios que pudiera existir entre ambos servidores públicos con la intención de conocer si existe o no conflicto de intereses que perjudiquen el buen desarrollo de la administración pública.
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Lo anterior, luego de la información que se ha dado a conocer en diversos medios de comunicación en donde se menciona que el propietario de una mansión con valor de 30 millones de pesos ubicada en el fraccionamiento Campestre en Ciudad Juárez es precisamente Daniel Pando.
“Nadie en la presidencia municipal sabe las actividades que realiza la persona mencionada, lo único que se sabe es que es una persona muy allegada al presidente y que hace y deshace a su antojo en la unidad administrativa y que sus tentáculos llegan hasta otras esferas”, emitió García Cantú durante su exposición de motivos.
Agregó que el servidor público en mención no se caracteriza por ser una persona que vea por la ciudad, sino por sus propios intereses; y es que, de acuerdo a fuentes periodísticas, Pando fue el titular de comercio de 2016 a 2021 durante las pasadas administraciones en donde, a decir del diputado, dispersó el ambulantaje en la ciudad y fue de los intelectuales del programa Juárez Iluminado en donde se pretendía desfalcar más de 300 millones de pesos a la ciudad.
En la actual administración, el panista precisó que ha dejado mucho qué desear como asesor del presidente municipal; empero, ha dejado extrañeza su cercanía con el edil juarense y las diversas anomalías que se han generado como las antes mencionadas.
Tan es así que una de las cosas que más ha llamado la atención y encendido los focos de desconfianza no solo entre los opositores, sino en la propia ciudadanía, es precisamente que ahora vive en una propiedad con valor de más de 30 millones de pesos.