Las campanas de las iglesias en Chihuahua repicaron de dolor, al cumplirse 365 días de la muerte de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, los mártires de Cerocahui, quienes junto con Pedro Palma y Paul Berrelleza fueron asesinados a manos de Noriel Portillo "El Chueco".
Las campanas repicaron a la vez que los ciudadanos se unieron en oración para que la paz se instaure en la región serrana, esperando que el sentido de la unión se haga presente y que las familias de las víctimas de la violencia encuentren consuelo.
En punto de las 15:00 horas empezaron a sonar las campanas de los templos en la ciudad, como las de Catedral, el Sagrado Corazón de Jesús y San Francisco en el primer cuadro de la ciudad, así como en Santa Teresita de la colonia Dale.
En estos templos, los ciudadanos se acercaban y realizaban una pequeña oración, antes de seguir su camino. Otras personas salieron de las oficinas y viviendas.
El sonido de las campanas recuerda la impunidad que persiste en el país. Pues aunque el principal autor material fue asesinado, la justicia sigue sin hacerse presente.
A través de redes sociales, también se unieron varios feligreses pidiendo por la conversión de las personas que provocan sufrimiento y muerte. Además por la protección a las familias, a las niñas, niños y adolescentes, a las comunidades, se elevó la plegaria para que Jesús dé consuelo a los que sufren.
Piden también para que todos los ciudadanos puedan ser un instrumento de paz. Las campañas doblaron por un minuto.
A las 19:00 horas de este 20 de junio, como parte de la conmemoración por el aniversario luctuoso de los sacerdotes se realizará la misa de aniversario en el templo del Sagrado Corazón de Jesús.