El Informe de Salud y Causas de Violencia de la Red por los Derechos de la Infancia en México indica que en 2023, mil 722 niñas, niños y adolescentes menores de 18 años en el estado de Chihuahua dijeron haber sufrido violencia y, de dicho total, el 81.1% sufrió dos o más tipos de violencia.
La población de menores víctimas de violencia en 2023 en la entidad fue mayor con respecto a 2022 y 2021, pues en dichos años, hubo mil 337 y mil 210 víctimas respectivamente.
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De las mil 722 menores que vivieron violencia en 2023, un 81.1%, es decir, mil 396 fueron víctimas de dos o más tipos de violencia (acoso en casa, acoso escolar, violencia sexual, psicológica, física y de otras formas) y 326 un solo tipo de violencia.
De las 326 víctimas, 142 dijo que sufrió violencia sexual; 134 física y 50 psicológica.
De acuerdo con la REDIM, de la población total de víctimas de violencia en 2023, el 75% corresponde a mujeres y 25% hombres.
También a nivel nacional, el porcentaje de menores que han sido víctimas de violencia en 2023, fue mayor en mujeres, con 76% de 7 mil 800 casos.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) señaló que promueve actividades de incidencia política para que el Estado Mexicano haga mayores esfuerzos para promover, proteger y garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Algunas acciones son: informar para romper el ciclo del silencio, no sólo entre la población, sino también se emite información a personas funcionarias.
La Redim ha exhortado al enfoque de género, ya que la mayoría de las víctimas de violencia son mujeres, por lo que ha llamado al Estado Mexicano a garantizar y proteger los derechos de niñas y adolescentes.
Asimismo, señala que es necesario que los organismos y colegiados que ya atienden estas problemáticas, sean fortalecidos y reactivados con fuerza política y presupuesto suficiente para lograr proyectos, iniciativas, y dar seguimiento a todos éstos.
Redim añade que como sociedad, es necesario un cambio cultural en todos los niveles, desde el familiar, escolar y social, toda vez que la discriminación es un acto que prevalece y encierra otras violencias.
Indica que en definitiva, aún existe mucho camino por delante para lograr que se garantice plenamente el derecho a la protección de niños y adolescentes.
"Todas y todos podemos aportar rompiendo el ciclo de la violencia contra las niñas, niños y adolescentes".