Con el resto de su familia trabajando desde temprano, Sabina Aguirre Quezada, de 51 años de edad, se apoya en sus nietos para limpiar los desmanes que dejó la lluvia en su casa.
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Desde las 9 y media de la noche hasta la una de la madrugada, Sabina y sus nietos estuvieron acarreando el agua que se metía a su casa ubicada en la calle Luis Urías, número 5415 de la colonia Dos de Octubre. Su nieto Diego, de 11 años, sufrió lesiones en el codo luego de resbalarse con el agua mientras intentaba sacar el agua al mismo ritmo frenético con el que se metía la lluvia.
A media noche, la familia tuvo que cavar un arroyo para canalizar el agua que se metía a su hogar. Fue hasta hoy en la mañana que pudieron valorar los daños: toda su ropa mojada y enlodada; fotos dañadas, recuerdos irrecuperables; trastes y utensilios, sucios, inutilizables.
Sabina, matriarca de la familia, dijo esperar a que su sobrino saliera del trabajo para poder mover muebles y seguir limpiando. Su hija trabaja en la maquila y el resto de su familia inmediata tiene obligaciones laborales que no puede desatender, dejando a Sabina y sus dos nietos a lidiar solos con los daños.
Todos los tres cuartos de su humilde hogar fueron afectados por la lluvia y ahora sólo espera ayuda de las autoridades, ya que comentó, su familia se encuentra trabajando y no hay mucho más que sus nietos puedan hacer.
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