El presbítero Gustavo Sánchez Prieto se despidió de la comunidad de San Judas Tadeo y de la sociedad que de alguna forma lo acompañaron a lo largo de 8 años que prestó su servicio a la feligresía católica y peregrinos devotos del santo de las causas imposibles.
Al mediodía de este domingo, el padre Negris presidió su última celebración eucarística en el Santuario de San Judas Tadeo, donde agradeció por su ayuda, acompañamiento y esfuerzo por mejorar la infraestructura del templo y por construir comunidad.
“Nos vamos a echar pulgas a otro lado, el señor arzobispo quiere que vaya a servir a catedral”, dijo el hasta ahora rector del santuario, quien a partir del próximo domingo iniciará su servicio y colaboración junto con monseñor Luis Carlos Lerma, párroco de la Catedral Metropolitana de Chihuahua.
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En la última celebración, el presbítero le dio la bienvenida a Mila Isabella, quien recibió el bautismo y la señal gloriosa de Jesucristo a través de la cruz. A sus padres los conminó a acompañarla en el camino de la fe.
Durante su homilía, el presbítero resaltó que la vida humana es camino hacia la casa del cielo, y la vida del cristiano además reconoce a Jesús como el camino, porque quien cree en él sabe que a través de Jesús, Dios llama desde el bautismo.
“¡Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo! Tenemos que advertir que es palabra de Dios”, señaló el sacerdote que Jesús es la palabra de Dios hecha carne, “la vida del cristiano no es de ocurrencias, es de obediencias”.
Ante la comunidad dijo que el sacerdote cambiará, pero es el mismo Jesús, quien seguirá reuniendo a la feligresía ante la mesa del altar. El cristiano es un guerrero que debe luchar contra satanás, dijo a Mila Isabella, a quien la ungió con aceites, para luego recibir el agua del bautismo para vivir unida a Jesús.
En la oración comunitaria pidieron por la salud para los enfermos, por el don de la lluvia y además pidieron la intercesión de los santos en especial de San Judas Tadeo.
El padre Gustavo Sánchez Prieto llegó en el año 2016 al Santuario de San Judas Tadeo, hace unos días se anunció su cambio hacia la Basílica de Guadalupe, sin embargo se determinó que Ernesto Guerrero y el arzobispo decidió que su servicio seguirá en la Catedral Metropolitana de Chihuahua.
“La iglesia camina con la participación de todos, algo que el Papa Francisco ha estado subrayando cuando habla de una iglesia sinodal”, mencionó el presbítero. Además señaló que es bueno que en la vida cristiana todos se sientan importantes para que apoyen en común unión.
A la vez agradeció a las Hermanas Siervas de los Pobres quienes mantuvieron una presencia constante en San Judas. A los peregrinos a pie, caballo, moto, auto. A los visitantes locales y de los alrededores, así como del resto del estado y de Estados Unidos.
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“Gracias a todos ha sido una experiencia muy bonita, y de verdad estoy profundamente agradecido con Dios”, dijo que ha podido palpar la fe de los visitantes, pero sobre todo de la misericordia del Señor porque escucha las peticiones que se le presentan.
Destacó que el número de peregrinos es signo de la necesidad que se tiene de Dios, a la vez es un signo de fe. De acuerdo a su experiencia en estos años de servicio en el Santuario afirmó que la mitad de los peregrinos que se reciben vienen a pedir una gracia, la otra mitad acude para agradecer que la súplica ha sido escuchada.
En cuanto a la obra física señaló que ha sido impensable el avance sin la colaboración de tantos, entre ellos el ingeniero Gabriel Aude y todas las personas, que como pudieron, coadyuvaron en el logro del falso plafón y la iluminación, entre otras cosas.
El próximo viernes el arzobispo Constancio Miranda Weckmann hará la entrega del Santuario de San Judas al nuevo rector, el padre Armando Cepeda. “Me confío en la oración de todos, gracias por su apoyo y muchas muchas gracias a todos”.
El presbítero fue despedido con aplausos. “¡Dios los bendiga, a donde quiera que vayan!”
