Que tu pareja revise tu celular, te prohíba salir o tener amigos, amenace con irse si no "obedeces" o incluso, con hacerse o hacerte daño, no es algo normal, no estás en una relación sana y libre de violencia.
Independientemente de tu forma de ser, vestir, hablar, de tu grupo de amigos, si estudias o trabajas, usas celular para comunicarte o como medio de entretenimiento, la violencia no debe permitirse, y controlar tus acciones, es una forma de violentarte.
La violencia familiar o de pareja es aún invisibilizada o normalizada, sin embargo no debe tomarse a la ligera, pues en la mayoría de los casos va en aumento.
De acuerdo a la Fiscalía Especializada para la Violencia contra Mujeres, en la actualidad existe un enorme control por medio de la tecnología, pues ahora los hombres pueden ejercer dicho control tomando datos de aparatos móviles, cuentas de internet, correos electrónicos.
Una de las maneras más "sutiles" de la violencia de pareja, contra mujeres, es hacer creer a la víctima que se trata de una manera de preocuparse por ella, el pedir contraseña, información personal, claves para ingresar a celulares o computadoras.
El generador de violencia puede ejercerla por medio de chantajes, de hacerse la víctima, si su novia esposa o pareja se niega a dar datos personales.
Entre las más comunes, está el dejar de hablarle a la pareja, también hacerse el.ofendido, o en ocasiones, se tornan más violentos con amenazas de dejar o terminar la relación, si no se hace lo que él quiere.
Además, hay quienes amenazan con provocarse daño si la mujer no accede a lo que él ordena, dice que se va a suicidar y en casos mayores, amenaza de muerte a la mujer, situación que ha llegado al feminicidio.
Sin embargo, no debes esperar a que la espiral de violencia tome fuerza. No importa el motivo, nadie debe obligarte a hacer algo que no quieres.
Las "muestras de amor" a través de dar acceso a objetos personales, son chantajes que irán en aumento, y nadie debe manipular tu vida, ni siquiera tu pareja.
Recuerda que nada que te haga sentir mal, incómoda, invadida o agredida, es normal. No permitas y denuncia la violencia.