Una familia de nueve integrantes, donde los más pequeños esperan recibir sus regalos para esta navidad, sus padres sueñan con terminar de construir una casa para brindarles una mejor calidad de vida en la ciudad.
Antonio Carmelo Martínez es originario de una localidad en Guachochi llamada Basihuare, de la cual salió hace ya 35 años cuando se trasladó a Chihuahua capital, con la intención de conseguir una mejor vida para sus hijos y sus nietas, quienes expresaron estar emocionadas por ver sus regalos de esta navidad, donde solo piden muñecas y carritos para jugar.
Durante años el señor Martínez estuvo trabajando en varios municipios cercanos a la capital, siendo Cuauhtémoc el último lugar donde vivió hasta que hace cinco meses decidió regresar a la ciudad para construir una casa donde pueda vivir su familia de nueve miembros.
Sin embargo, la construcción de la vivienda ha sido más tardada de lo que esperaban, debido a que requieren de material que no siempre pueden costear, es por ello que ahora entrado el invierno han tenido que soportar las temperaturas heladas a punta de fogatas cerca de la casa, lo cual lo pone en peligro junto con su familia.
Por ello es que fue un alivio para ellos cuando un grupo de ciudadanos pasó por la colonia Ladrilleros donde se encuentran viviendo, para entregarles cobijas y ropa abrigadora para pasar el frío de esta temporada.
La casita en la que están viviendo de forma temporal hasta que terminen la construcción de la vivienda, mientras tanto duermes entre paredes de madera detenidas con troncos y alambres, bajo un techo de lámina y una lana para evitar filtraciones de agua, que son tenidas por llantas y objetos pesados para que las ráfagas de viento no los deje sin techo.
Por la falta de servicios básicos como la luz, agua y gas, una pipa de abastecimiento se acerca a ellos dos veces por semana para llenar los tinacos que tienen alrededor de la casa, los cuales son su único método para preservar el agua potable para realizar sus necesidades más básicas.
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La familia de origen rarámuri trata de que su terreno permanezca prístino para evitar algún foco de infección, no obstante, debido al punto en que se encuentran, y la falta de servicio de recolección de basura, es demasiado fácil que la zona se les llene de desechos plásticos.
Además, por el motivo de la construcción, los montículos de tierra rodean su propiedad, con la esperanza de ser utilizados de forma rápida, dado que el frío no siempre les permite trabajar en un ritmo óptimo para terminar más rápido la construcción de la nueva casa.
En esta vivienda se encuentran durmiendo menores de 10 años y un bebé de apenas un año de edad, quienes están emocionados por pasar las festividades navideñas en la capital con su familia, deseando recibir regalos y una buena cena.
Debido a los escasos recursos que tiene esta numerosa familia, Antonio Martínez comentó que solo podrán regalarles ropa y dulces, y la comida no será como las que salen en televisión, sino que una cena humilde con lo que puedan conseguir con el sueldo que le otorgan por los trabajos esporádicos que consigue en la construcción.
Las pequeñas Angélica y Camila de 4 y 3 años respectivamente, desean que esta navidad les regalen muñecas y carritos para jugar, puesto a que sus padres no han podido conseguirlos estos juguetes necesarios para desarrollar su imaginación, y ayudarlas a pasar un buen rato en casa.
La hija de Antonio, Lucrecia, quien es la madre de las pequeñas y él bebe de un mes de nacido, comentó que en caso de que la ciudadanía desee ayudar con víveres, ropa o algún calentón de leña que puedan instalar en su casa, se pueden comunicar con erreal número 6591058789.