“Tengo mucha esperanza de que ella aparezca sea como sea”, afirma doña Consuelo Valenzuela, madre de Julieta Marleng González Valenzuela, al participar en la primera entrevista con familiares de víctimas y autoridades “Hablemos con la verdad”.
Este serial de entrevistas forma parte de la jornada En Búsqueda de la Verdad y la Justicia organizado por Justicia para Nuestras Hijas en el marco del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.
Doña Consuelo envió un mensaje a los captores, “Si la tienen en su poder que la protejan, que la cuiden y no la maltraten. La incertidumbre es mucha porque no sé dónde y con quién está, si está pasando hambre, frío o no duerme. En la noche y en la mañana le pido a Dios por ella”.
El 7 de marzo del 2001 Julieta Marleng desapareció al salir del Instituto Niños Héroes, donde cursaba la prepa abierta. Ella trabajaba en una maquiladora y al salir del trabajo se iba a la escuela, pues soñaba con convertirse en administradora de empresas.
Doña Consuelo trabajaba y al llegar su esposo le avisó que Julieta no había llegado. Esperó unas horas y a las 5:00 de la mañana de aquel 8 de marzo salió a buscarla, al no encontrarla en hospitales y en todos los lugares donde pudiera estar acudieron con las autoridades para que les ayudaran; a la fecha Julieta sigue desaparecida.
La autoridad esperó 72 horas para iniciar su búsqueda, para doña Consuelo en esas 72 horas se la pudieron llevar muy lejos, “Hasta ahorita sigo esperando con la esperanza de que voy a volver a verla”.
El camino en búsqueda de verdad y justicia ha estado lleno de dolor y sufrimiento, pues la autoridad nunca le ha dado esperanzas de localizarla con vida. Los compañeros de la escuela sólo les informaron que a las 19:00 horas salió de la escuela rumbo a la parada del camión. Ese día su amiga Aracely, quien siempre la acompañaba, no asistió a la escuela.
Acompañada de Norma Ledezma, directora de Justicia para Nuestras Hijas y compañera de lucha desde hace 19 años, afirma que en muchos casos hay indicios de que los captores esperan pacientemente hasta llevárselas.
La madre la recuerda como una joven muy alegre a quien la música le gusta, en ocasiones piensa que está muerta, incluso la soñó vestida de blanco y en forma muy brillante, desde entonces la sueña menos.
Desde hace 20 años existen indicios de que a Julieta se la llevó una pareja que tenía un auto con placas de Puebla. Además hay otros de que se la llevaron a Nueva York o de que pudiera estar en Aquiles Serdán.
El caso de Julieta Marleng se suma a la lista de mujeres desaparecidas en el estado de Chihuahua sin respuesta. Su carpeta continúa vigente.
Doña Consuelo dijo a otras madres en su misma situación que no desistan en buscarlas, que piensen que van a llegar.
Esta madre es parte de las fundadoras de Justicia para Nuestras Hijas y parte de la mesa directiva.