Teniendo como precedente el caso ocurrido en la pasada contienda electoral en donde causó revuelo el registro de Manuel Campos Zamarrón a la presidencia municipal de Maguarichi como persona perteneciente a la comunidad LGBTQ+ sin serlo, el Instituto Estatal Electoral (IEE) refirió que este tema es uno de los grandes retos que se tienen a futuro.
A voz de la consejera presidenta, Yanko Durán Prieto, la cuestión de la verificación del género de cada persona es un reto, pues se tiene que cuidar tanto la privacidad y derechos de los individuos que se auto adscriben como gay, lesbiana, persona no binaria o cualquier otro género, al tiempo en el que se debe evitar que se utilice ese mecanismo para registrar falsamente a candidatos a fin de cumplir con los principios y las acciones afirmativas.
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“Se requiere hacer un replanteamiento respecto a la manera en la que se verifica el que una persona es perteneciente a la comunidad LGBTQ+”, precisó la titular del organismo electoral, quien catalogó la acción afirmativa de la diversidad sexual como la más compleja de comprobar.
Y es que, para las personas que cuentan con una discapacidad se expide un certificado médico, mientras que a los pertenecientes a los pueblos indígenas se les otorga una constancia en donde su comunidad los respalda y valida que es parte de la misma; sin embargo, en el caso de las personas de la comunidad LGBTQ+ sólo se cuenta con su palabra.
Tan es así que, en el registro de las candidaturas, en el formulario sólo se les cuestiona su sexo y el género en el que se auto adscriben, pero no se tiene ninguna manera de comprobarlo, lo cual ha dado paso a que partidos que no cuentan con los candidatos pertenecientes para cumplir con las acciones afirmativas, hagan trampa.
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“Imaginemos la forma en la que podemos nosotros solicitar una constancia de esa naturaleza a una persona que se autoidentifica o de auto adscribe de un determinado género; es una invasión a su privacidad, a sus derechos humanos”, externó Durán Prieto al externar la complejidad de lograr obtener una manera de verificación.
Empero, comprendió igualmente lo complejo que resulta también el admitir esos registros de candidaturas sin mayor revisión, cuestionamiento o investigación de personas que dicen sentirse de un género distinto.
“Nosotros tenemos que ser sumamente cuidadosos porque no podemos violentar los derechos de una persona que a lo mejor de un día para otro puede reconocer que es gay, bisexual, no binario y no hay manera en la que yo le pueda negar esa posibilidad”, agregó la consejera.
Para poder llegar a una solución sin transgredir los derechos de ningún ciudadano, están pensando en desarrollar foros en los que se escuchen las propuestas de las personas de la comunidad LGBTQ+ y así acordar procesos que resulten beneficiosos para todos.