La Encuesta Nacional de Discriminación del INEGI 2023 señala que al menos tres de cada diez adultos mayores de 60 años en los distintos municipios de la entidad, pasan algún tipo de discriminación o violencia y muchos de estos abusos son cometidos por sus mismas familias.
La encuesta detectó que este sector poblacional se enfrenta a problemas económicos, soledad, abandono y otros tipos de maltrato o violencia.
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De acuerdo con la encuesta, los datos contenidos en la misma no sólo da visibilidad al tema: "sino que abre la posibilidad de tomar acciones desde los ámbitos público, privado y social".
Para los adultos mayores, la discriminación es más evidente, señala el Inegi, pues además, se enfrentan al rechazo social, basado en estereotipos, prejuicios, estigmas y valores culturales, muchos sufren el rechazo de su familia al llegar a una determinada edad.
La encuesta define la discriminación como: "un fenómeno estructural que niega el trato igualitario a las personas; ocasiona una disminución o negación en los derechos y disfrute de sus derechos y libertades fundamentales".
A pesar de esto, al hacer un comparativo de los resultados presentados en 2023 con respecto a 2017, se observa que aumentó la percepción de personas adultas mayores de 60 años que consideran que se respetan sus derechos.
De esta manera, mientras que en 2017 los resultados arrojaron que un 26.2 por ciento de la población mayor de 60 años percibía respeto a sus derechos, en 2023, esta cifra se elevó a 31.6 por ciento.
Aunque en general, la población de adultos mayores es un grupo vulnerable a sufrir discriminación o violencia, la encuesta destaca que en el caso de las mujeres, aumenta, tanto en su entorno familiar como en el social.
Aunque no se expone la proporción de mujeres de 60 años en delante que son víctima de algún tipo de discriminación, se indica que al factor de la edad, se suman aspectos, como pertenecer a alguna etnia indígena, color de piel y religión.
En otros casos, las mujeres indígenas mayores de 60 años se enfrentan a violencia o discriminación por su nivel de estudios, ya que presentan un mayor índice de analfabetismo que los hombres.
Por otra parte, existe un indicador que tanto en hombres como en mujeres de 60 años en adelante, se convierte en uno de los principales motivos de discriminación, y este es, tener algún tipo de discapacidad.
Al abordar este punto, se expone que estas personas se encuentran vulnerables no sólo en el entorno social sino dentro de sus familias, ya que sienten que sus hijos, hijas nietos o sus mismas parejas, pueden verlos como una "carga", de tal forma que optan por llevarlos a casas de asistencia, asilos, o sitios similares.