Chihuahuenses que presuntamente fueron defraudados por la financiera Vitas, denunciaron que su dueño, Carlos Vidaña, vende propiedades que ofrecía en garantía de reparación de daño a los inversionistas, con el fin de capitalizarse y abrir otras razones sociales en Sonora y Sinaloa.
Así lo dio a conocer el abogado Jorge Emilio Hernández Mata, quien mencionó que esta situación ocurre, mientras el Tribunal Superior de Justicia mantiene una inexplicable tardanza para atender las denuncias en contra de esa empresa.
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El jurista explicó el modus operandi de Carlos Vidaña, dueño de Vitas, quien en su momento, le ofreció un inmueble a un inversionista, esto como concepto de reparación del daño.
Con ese inmueble, el afectado recuperaría su inversión, para lo cual, lo ofreció en venta a la inmobiliaria Mykonos, sin embargo, esta última decidió romper el trato y comprar directamente a Carlos Vidaña a un precio menor del pactado con el vendedor original.
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Emilio Flores detalló que son varias las denuncias en este sentido, y dicho recuso que obtiene Carlos Vidaña, lo utiliza para seguir defraudando en Sonora, en donde fundó, Vitus Inmobiliare.
“Carlos Vidaña se está deshaciendo de las propiedades para no pagar, capitalizarse y al final invertir en otras plazas”, dijo Hernández Mata, quien aseguró que Vidaña radica en Mazatlán, Sinaloa, donde abrió otra filial de las mencionadas razones sociales con las que acumuló capital bajo esquemas fraudulentos en las entidades de Chihuahua y Sinaloa.
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Detalló que el fraude se concreta debido a que la gente deposita a Vitas, Vitas le deposita a Vitus y después Vitus vende todas las propiedades.
“Esta triangulación la permiten en el Tribunal Superior de Justicia y la Fiscalía, cuya tardanza de acción permiten a Vidaña realizar transacciones para llevarse el dinero a otro lado”, expuso el jurista.
Añadió que el Poder Judicial desecha las demandas con el argumento de que los contratos de las víctimas no tienen las firmas originales de Vitas y Vitus, pues fueron firmas recabadas de manera digital, lo que lleva a que en la etapa preparatoria a juicio las pruebas han sido rechazadas en repetidas ocasiones porque la autoridad considera como requisito indispensable documentos en físico.
El abogado refirió que el inmueble del caso expuesto, es el ubicado en la avenida Río de Janeiro, numeral 6700, dentro de la Plaza Comercial Barroca; obra en el Registro Público de la Propiedad las operaciones y antecedentes del Folio Real #1462858, en la que detalla que el inmueble fue adquirido por la desarrolladora Mykonos por la cantidad de 31 millones 105 mil pesos, que fueron liquidados en tres parcialidades en fechas del 28 de febrero del presente año con 1 millón 900 mil; el 25 de junio con 8 millones 772 mil 542 pesos; y el 30 de junio con 16 millones 932 mil 457 pesos.