En la última década el llamado voto cruzado ha venido perdiendo fuerza entre el electorado, y en el caso de Chihuahua no se ha visto que se le haga algún tipo de promoción, pues son dos las opciones más contundentes que buscan llegar al poder con una mayoría que les permita la consolidación de los proyectos políticos de quienes resulten ganadores.
Así lo expresó el exconsejero electoral y excomisionado del Ichitaip, Alejandro de la Rocha, quien manifestó que desde el año 2000 y la primera década del milenio, fue recurrente que se promoviera el voto cruzado, y en su momento, el argumento principal hacía referencia a evitar otorgarle el poder absoluto a una fuerza o un solo bloque político.
“Desde el punto de vista práctico, es la decisión que tiene una persona de no irse por irse por los candidatos de un solo partido o una coalición, sobre todo ahora que se homologaron las elecciones locales con las federales, hay muchísimos candidatos que buscan un puesto de elección popular, si bien, son en distintas elecciones, es en un mismo momento que se definirá el 2 de junio, entonces el voto cruzado es cuando los votantes deciden no sufragar por un bloque completo”, subrayó.
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De la Rocha, explicó que, por ejemplo, lo común en el voto cruzado es cuando la gente dice no ir por candidatos del mismo partido para gubernaturas o presidencias de la república, y diputados locales o federales, o en el caso de las alcaldías, por una sindicatura distinta al partido electo por para tal efecto.
Esto con el sentido de limitar hasta cierto punto el poder de los candidatos y que tengan todas las decisiones a favor sin que exista un contrapeso.
El excomisionado del Ichitaip, recordó que la situación puede tener dos implicaciones, una es por ejemplo, lo que ocurrió en el 2000 con Vicente Fox, cuando los ciudadanos le dieron el voto a ese candidato, pero no a los diputados de ese partido, lo que no permitió avanzar las reformas que ese proyecto político pretendía, y a su vez, para otros fue positivo, ya que se presentó un equilibrio de poder.
“Es un fenómeno que ha ido perdiendo fuerza, por ejemplo, en Chihuahua, que en la década de los 2000 fue muy popular sobre todo en las elecciones locales, cuando se promovía votar por alcalde o alcaldesa por un partido y la sindicatura por el partido contrario; poco a poco la ciudadanía fue cambiando la tendencia y la ciudadanía consideró que era mejor votar por candidatos de un mismo partido”, dijo.
Reiteró que no se trata de una situación que tenga efectos negativos o positivos, sino que se trata de una condición democrática que tienen los ciudadanos de votar por los perfiles que consideren idóneos, incluso dijo que no es un tema que deba regularizarse porque incluye la decisión de cada persona de votar por candidatos de un solo bloque o de varios, dependiendo de su propia elección.
“El voto cruzado a veces se busca para que un determinado bloque no tenga todo el poder, se empieza a impulsar que se vote cruzadamente; realmente en Chihuahua no lo he detectado ni como una campaña ni como una posibilidad hasta el momento y no sería promotor ni de una ni de otra, simplemente es un derecho que cada persona tiene, porque el sufragio es además de libre y secreto, es algo que se conocerá una vez después de las urnas y es cuando se conocerá el análisis real y las implicaciones”, enfatizó Alejandro de la Rocha.
Destacó que no se debe menospreciar a los proyectos ajenos a las dos coaliciones que han encabezado las encuestas, sin embargo, comentó que son dos los proyectos claros y definidos, pero no descartó que el tercer o los otros proyectos puedan representar un cambio en las opciones de los ciudadanos.