“Yo ya me quiero ir para mi casa, yo ya no aguanto más esto”, fue el comentario de un venezolano que emprendió su viaje hacia Estados Unidos hace 7 meses expresó que está cansado de las difíciles situaciones por las que ha tenido que atravesar, por lo que, desea entregarse a los elementos del Instituto Nacional de Migración para que lo deporten de regreso a Venezuela.
Juan Carlos, un joven venezolano que llegó a la capital durante la madrugada de este martes, comentó que se encuentra cansado de su travesía, debido a que se le acabó el capital que llevaba luego de meses de viaje, por lo que, ya no tiene con qué seguir avanzando y ahora con las restricciones que no lo dejan subir a los trenes, indicó que prefiere devolverse a su país natal.
El extranjero mencionó que no tiene familiares ni dentro de Venezuela ni en los Estados Unidos que lo apoyen económicamente para continuar con el difícil viaje, por lo que ha decidido rendirse, dice que ya no tiene esperanzas y prefiere entregarse a los elementos del Instituto Nacional de Migración.
La principal razón para dejar su camino qué tan entusiasmado lo sacó de su natal Venezuela hace 7 meses, es principalmente que se le acabó el capital necesario para seguir en el camino; seguido a ello, durante el camino a tenido que experimentar maltratos por parte de paisanos y autoridades ajenas a él, hambre, sed y el clima extremo al que no está acostumbrado, cosas que lo desanimaron al grado de querer abandonar todo lo creía.
“Escuchar y ver a los niños, mujeres y hombres golpeados en el camino, el hambre que hemos tenido que pasar así como el frío terrible, son cosas que ya no quiero experimentar, quiero entregarme a la migración a ver si hay forma de que me ayuden a regresar a Venezuela”, comentó Juan Carlos.
Hasta el momento, ha logrado sobrevivir gracias a los mexicanos que en el camino les han donado desde ropa, cobijas, comida, agua, artículos de higiene, entre otras cosas; sin este apoyo de los ciudadanos del norte, muchos como Juan Carlos no hubieran podido llegar hasta la capital.
Al igual que este extranjero, hay más gente que se encuentra en su posición y también quieren tirar la toalla y regresar a sus países natales, no obstante, muchos otros migrantes toman estos desafíos como un impulso para continuar con su camino.
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“Ya pase por el hambre, el frío y el peligro de la selva, así como el peligro de pasar por este país (México), ¿por qué me voy a rendir justo ahora que estoy tan cerca de llegar”, fue el comentario de otro de los migrantes, quien se encuentra viajando con su familia.
Por otro lado, la empresa DEVAL, llevó esta tarde ropa abrigadora, zapatos de diversas tallas en buenas condiciones y cobijas a los migrantes, quienes continúan acampando en el Oxxo que se ubica sobre el bulevar Juan Pablo II a pocos metros de la estación Tabalaopa.
Dichos migrantes, cada día aumenta el número de los que pernoctan en el lugar debido a que no les permiten salir de la ciudad en los vagones de los trenes, y la mayoría no cuenta con el capital suficiente para tomar un Uber o DiDi que los lleve a la ciudad Juárez.
Estos extranjeros, piden a las autoridades correspondientes que les permitan continuar con su camino, que no quieren quedarse en la capital, y mucho menos en México, argumentan que solo están de paso y quieren llegar cuanto antes de Estados Unidos, por ello, piden que les dejen subirse una vez más a los trenes o bien, que les permitan comprar boletos de camión que los lleven a la ciudad fronteriza.
