Más de 300 usuarios y por lo menos 20 trabajadores del gimnasio Great Fitness en la ciudad de Chihuahua se inconformaron por el cierre repentino de las instalaciones, toda vez que sin previo aviso intentaron cerrar las instalaciones para regresar todo el equipo a Monterrey, donde son originarios, sin el reembolso, sueldo y adeudos pendientes que mantenían antes de la pandemia.
Según los afectados, y varios de los quejosos, el recurso supera los más de 4 millones de pesos que habrían sido pagados a inicios del mes de enero, donde “lanzaron” la oferta de paquetes anuales por seis mil 500 pesos por persona, pero que al atravesarse la contingencia sanitaria les informaron que se “congelarían” las membresías y que podrían regresar sin problema hasta la próxima apertura.
“No nos dijeron nada, sólo en la noche nos compartieron que estaban sacando el equipo y que pretendían huir sin reembolso y pago a los empleados, por eso vinimos a evitar que se retiraran como si nada, porque hemos pagado anualidades, algunos pagaron 10 mil pesos, otros incluso acaban de pagar en julio a través de ofertas por internet que el propio gimnasio estuvo promocionando”, explicó Elmer Alsides.
Pese a su cierre desde el mes de marzo, los socios o clientes de estas instalaciones se percataron que la empresa estaba buscando cerrar de forma definitiva, sacando los equipos y todo lo que se mantiene al interior, por lo cual varios de los afectados acudieron al lugar para exigir el reembolso de su pago.
Los inconformes no fueron notificados del cierre repentino de las instalaciones, luego de que presuntamente cayeran en una quiebra, ya que intentaron sacar el equipo de las instalaciones y regresarlo a Monterrey, donde tienen la matriz esta cadena de gimnasios en la República Mexicana.
Aún hasta el mes de junio, la empresa, a través de sus redes sociales, como en su página web oficial, mantiene paquetes promocionales para todos los interesados, ahora por la cantidad de 4 mil pesos por persona, y comienza a contabilizar a partir de su apertura, la cual continúa incierta hasta el momento.
Los afectados por la clausura comentaron que el dueño del gimnasio, gerente y encargados del mismo, no habían notificado del cierre de las instalaciones, toda vez que pretenden llevarlo a otro punto de la ciudad, ya que les habían pedido el local, pero que confiaran en que seguiría en la ciudad operando.
Juan Felipe Rodríguez Garza, dueño de la cadena Great Fitness, dijo que la próxima semana sostendrá una reunión con todos los socios para reembolsar las membresías, toda vez que jamás han intentado estafar a las personas, pero que ha sido una situación que ha generado las condiciones de restricción.
“Es una realidad, en estos días vamos a mandar un comunicado con número de teléfono para que se puedan comunicar, a donde vamos tratamos de tener gente de la localidad para generar confianza, no hay para cuándo abrir. Puedo darles la seguridad que la membresía no la van a perder, por tu casa o colonia hay gimnasios, vamos a tratar que otros puntos nos den apoyo”, comentó el dueño de la empresa.
Los inconformes siguieron movilizándose con las autoridades competentes y comenzaron a tramitar las primeras quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor para que se iniciaran los procedimientos correspondientes, a fin de que puedan recuperar su recurso que invirtieron los clientes del gimnasio.
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