Cd. Cuauhtémoc, Chih.- Cuando las puertas de las escuelas se cerraron, las puertas del futuro de la educación se abrieron. Si bien estamos preocupados por las deficiencias en el aprendizaje de los alumnos, lo cierto es que junto con ellos todos estamos aprendiendo lecciones para la vida. Los conflictos que hoy enfrentamos nos van a dar soluciones para el futuro.
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Así lo expresó el doctor Horacio Echevarría González, en la ponencia “Los estudiantes y su aprendizaje a partir de la contingencia sanitaria, durante el ciclo de conferencias “Cada vez más grandes”, en el marco del 30 aniversario de la Universidad Regional del Norte.
Vía Zoom con la presencia de más de un centenar de académicos y estudiantes, el Catedrático expresó que, de acuerdo con la Unesco, el mundo no estaba preparado para una disrupción educativa de semejante escala, a causa de la pandemia, sin embargo lejos de verlo como algo catastrófico representa una oportunidad para construir un futuro diferente.
Afirmó que padres e hijos no convivían, no había una relación de familia y ahora mamás y papás se han visto obligados a tomar el papel central de la formación de sus hijos. No obstante, primordialmente en educación básica, la sociedad ahora valora más a los docentes.
Lejos de preocuparnos por las deficiencias académicas que pudiera acarrear esta generación, sostuvo que “no va a pasar nada en realidad”, pues todos estamos aprendiendo lecciones para la vida, soluciones para conflictos futuros.
Entre los impactos están en que niños y adolescentes dejaron de ver a sus amigos, mientras que jóvenes de preparatoria y universidad quizá se han visto más afectados por el encierro. Un refugio para todos ha sido, sin duda, el smartphone.
Padres y madres de familia ahora están preocupados sobre si sus hijos van a estar o no al nivel académico necesario y están pensando cómo resolverlo.
Aunque hay formas de aprender en este momento también deberíamos estar desaprendiendo, pues una realidad es que cada quien adquiere conocimientos a su ritmo, dando prioridad a sus intereses y gestionando sus objetivos. Agregó que el reto es entender que no se trata sólo de tener computadora.
Aceptó que la inequidad existe y la pandemia lo ha visibilizado. Para muestra dio cifras como el hecho de que el 18% de los universitarios no tiene acceso a computadoras e internet y únicamente el 4% de las familias de las zonas rurales cuenta con internet en casa.
El reto para los educadores, indicó, será acelerar los procesos de aprendizaje y crear dinámicas de interés para mantenerse vigentes.
Concluyó diciendo que sólo conservando la empatía podremos enfrentarnos entre todos a la vida real.
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