"La función pública es una gran oportunidad de demostrar nuestras capacidades con una enorme oportunidad de aportar con las herramientas que aprendimos en la universidad", señaló Ramón Demetrio Guerrero Martínez, egresado de la licenciatura en Ciencias Técnicas de la Comunicación en el año 2000, quien se convirtió en el alcalde más joven del país en el estado de Jalisco.
En su conferencia resaltó que saber comunicar le ayudó a obtener el apoyo de los ciudadanos. "¿Cómo comunicar desde gobierno?", fue el título de la charla en la 8 Semana Académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
A los 23 años inició su carrera en la función pública como alcalde de Ayutla y luego de Puerto Vallarta en Jalisco (2012-2015) y también se desempeñó como diputado.
Al ingresar a la carrera, reconoció, lo hizo con la intención de ser crítico del sistema político mexicano, al egresar con la visión de ser parte del sistema político. "Me di cuenta que la única forma de cambiar el sistema político es desde dentro".
Su primera oportunidad fue como alcalde de Ayutla, un municipio pequeño en el que se lograron implementar las promesas de campaña.
Le tocó gobernar Puerto Vallarta en el 2012-2015. Llegó al puerto en el 2009, en realidad no lo conocía, por lo que se obligó al informarse acerca del municipio, identificar las problemáticas y necesidades, para construir un proyecto que generara credibilidad, sin instituto político consolidado.
Desde campaña empezó a comunicar a la gente, un mensaje claro que le permitió permear. Le ganó al PRI y al PAN, Movimiento Ciudadano nacía en Jalisco.
Estando en gobierno debía enfocarse a ser un buen gobierno. Definieron el sello de gobierno municipal. Hicieron un gobierno que trabaja por los que menos tienen, que escucha, que siente, que ve. Un alcalde con la obligación de salir a la calle y atender a los ciudadanos. Un gobierno que atiende, resuelve y da oportunidad.
En su gestión en Puerto Vallarta, como destino turístico nacional e internacional, el 90 por ciento de la población vive de eso, por lo que se enfocaron a fortalecer la industria turística y su imagen. Se bajaron los espectaculares, se estandarizó el color de las casas, certificación de playas, ciudad segura y se generó una política de recaudación, logrando 40 millones de pesos para programas de subsidio a los que menos tienen. Sobre todo porque cuenta con 3 mil giros negros, por ejemplo un casino pagaba 17 mil pesos, ahora paga millones, con cero corrupciones en giros.
Se persuadió a la iniciativa privada para ser solidarios con su gente.
Señaló ante los estudiantes que la función pública es cuestión de capacidades pero también de humildad. “Es fundamental que el rol que vayan a asumir en la comunicación lo viven, en su rol de comunicador decidan a qué giro se van a ir, amen su profesión y si les toca estar exclusivamente en lo que estudiaron lo hagan con pasión”.
Ante los muchachos puntualizó que quienes estudian comunicación son “todólogos” por lo que los exhortó a definir bien su camino, pero independientemente de ello a que todo lo que emprendan lo hagan de la mejor manera.