Con sesenta años de ministerio sacerdotal, Monseñor José Gómez Flores falleció esta tarde, a la edad de 85 años, dejando una honda huella en sus hermanos sacerdotes y la feligresía. Es recordado con cariño por haber sido el constructor y primer párroco de la Divina Providencia, además de El Buen Pastor e Inmaculado Corazón de María.
Monseñor Gómez celebró en julio del año pasado el 60 aniversario de su ordenación sacerdotal, cuya ceremonia fue presidida por el arzobispo Antonio Guízar y Valencia el 5 de julio de 1959, en la Catedral Metropolitana de Chihuahua.
Dejó un vasto legado de obra arquitectónica realizada, como el Santuario a San Pedro de Jesús Maldonado, único santo y mártir chihuahuense, además de textos publicados.
Nació el 27 de agosto de 1934, en la comunidad de Guadalupe Victoria del Municipio de Meoqui. Es el hijo mayor de la familia formada por Antonio Gómez y María de los Ángeles Flores, quienes tuvieron siete hijos.
A los 13 años ingresó al Seminario Conciliar de Chihuahua, y en 1959 recibió el presbiterado, siendo nombrado como Vicario en la parroquia de Santa Rosalía, en ciudad Camargo. Un año después, fue nombrado párroco en San Antonio de Padua, en Julimes. Luego, de 1963 a 1972 fungió como Ecónomo en la Curia diocesana de los obispos Monseñor Antonio Guízar, Monseñor Luis Mena y Monseñor Adalberto Almeida.
En 1972 fue nombrado párroco en Asunción de María, y una década después, en el lapso de 1982 a 1996 impulsó la construcción de tres parroquias, de las que fue el primer párroco: la Divina Providencia; El Buen Pastor e Inmaculado Corazón de María.
En 1996 inició su ministerio en Ciudad Delicias, en Cristo Rey, donde construyó la representativa torre de más de 80 metros de altura y el centro pastoral. Además de otros tres templos.
Luego fue enviado a la parroquia Resurrección de Nuestro Señor, y recibió el título de Capellán de Su Santidad, y con él, el tratamiento de monseñor. En 2003 inició la construcción del Santuario Diocesano dedicado a San Pedro de Jesús Maldonado. En 2005, inició su rectoría en San José de los Vientos y tres años después, fue el primer párroco de Santos Mártires Mexicanos.
Hasta el pasado domingo, fue celebrante en Mausoleos Luz Eterna de la misa dominical de las 12:00 horas, donde serán velados sus restos. Descanse en paz, Monseñor Don José Gómez Flores.
Te puede interesar: