El profesor Jesús José Mina Mina fue declarado culpable por el delito de violación y abuso sexual agravados y calificados, en perjuicio de 11 niñas indígenas de entre 9 y 12 años de edad, quienes estudiaban en una escuela del municipio de Bocoyna.
Ayer la audiencia de alegatos de clausura del juicio asentado en la causa penal 82/2017 contra el imputado Jesús José M.M., se prolongó por varias horas, pero el tribunal colegiado integrado por Laura Moreno, Aram Delgado y Luis Alberto Simental determinaron la culpabilidad del profesor y el lunes se realizará la audiencia de individualización de sanciones, donde se dará a conocer la pena que purgará y la reparación del daño para cada una de las víctimas y la comunidad.
Desde el 9 de enero inició el juicio y el fallo fue condenatorio atendiendo el dicho de las niñas, la ubicación de circunstancias de modo, tiempo y lugar en que estas fueron muy precisas en señalar que el maestro fue el agresor cuando cursaban tercero y cuarto año de primaria.
Así mismo se tomó en cuenta a los testigos periféricos, como los padres de las niñas, quienes dieron cuenta de las afectaciones que veían en ellas como ya no querer ir a la escuela y el impacto que les causó a nivel familiar, social y comunitario. Sin dejar de mencionar las pruebas como certificados de agresión sexual, periciales, sicológicas e informes preliminares.
La abogada Naomi Anchondo, coadyuvante del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, señaló que dos de los jueces estuvieron presentes al momento de la testimonial de las niñas rarámuris.
Desde el 2015 inició el proceso contra el maestro, luego de que al menos dos años antes el imputado cometía los delitos de violación y abuso sexual contra las menores, quienes en ese entonces cursaban tercero y cuarto grado en la escuela primaria Benito Juárez, ubicada en la comunidad de San Ignacio de Arareco, en el municipio de Bocoyna.
Siete de las pequeñas indígenas fueron víctimas de violación y cuatro más de abuso sexual, mismas que decidieron denunciar cómo las agredía sexualmente casi todos los días.
El profesor solía manosear a las pequeñas cuando las llamaba a su escritorio para revisar algún trabajo o tarea escolar, frente a todo el grupo, por lo que aseguran que existen decenas de testigos.
La condena del profesor deberá ser por cada víctima, sin embargo la abogada mencionó que deberán valorar la edad del agresor, el proyecto de vida, "las penalidades son múltiples condenas, por cada niña será una distinta, va a ser una penalidad alta".
La audiencia de individualización de sanciones será el lunes a las 10:00 horas, desde el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres se busca que la reparación del daño sea con una perspectiva sicosocial.
"Nosotros velamos por las niñas pero también que se vea el contexto, que a través de la condena que emitan tenga un impacto a nivel comunitario", comentó Naomi Anchondo.
Además de que el Estado no invisibilice la violencia sexual dentro de las comunidades indígenas.
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