Ricardo Chávez Pérez, esposo de María Romero, fue quien contactó a Jorge Ceballos para el trasplante de riñón, pues ya le había acercado amigos para que le comprara plazas y Jorge Ceballos le dijo que con “dinero todo se arreglaba”, hasta conseguir el riñón que su suegro solicitaba por la insuficiencia renal que padecía.

Jorge Ceballos Almengor le mintió sobre la adquisición del riñón, pero les prometió que sí lo conseguiría, por lo que les cobró la cantidad de 500 mil pesos, dinero que los integrantes de la familia Romero Armendáriz le pagaron para conseguir el órgano.

Ricardo Chávez Pérez creyó en el enfermero, pues le había comentado que sí cumplía con lo que prometía, pero el tiempo pasó y al no ver resultado, éste le reclamó a Ceballos Almengor que ya les diera resultados, pues su suegro estaba mal, ya que tenía que ser sometido a diálisis de manera constante debido al problema de salud que ya presentaba.

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