“Independientemente que atiendas protocolo de trabajo, somos seres humanos, papás, tíos, abuelos… somos parte de la misma sociedad, son casos de alto impacto porque te habla de la descomposición social, somos humanos y sentimos”.
En el caso de Camila, uno de los más recientes, una niña de siete años víctima de un depredador sexual, explicó que son casos que prenden los focos rojos para que ninguna pieza se vaya porque con base en su trabajo corresponderá la impartición de la justicia. Son casos que habitualmente trabajan dos médicos para apoyarse en el proceso.
Pero además les deja satisfacciones al saber que al realizar su trabajo siguiendo protocolos llegan a la identificación de un cadáver y se le brinda a la familia un consuelo al entregarle su familiar. “Hacer algo por la sociedad, nos deja un buen sabor de boca, somos servidores públicos y nos debemos a la sociedad y ver reflejado en el trabajo de esta oficina a través de un certificado de defunción es muy satisfactorio”.
EL PEOR OLOR
La parte del cuerpo con el peor olor es el cerebro, el cual es indescriptible y no se compara con ningún otro, ni siquiera con el colon repleto de heces fecales, afirma el médico legista Mauro Bernal Martínez, coordinador del Servicio Médico Forense en Chihuahua, mientras explica que la nueva área para medicina contará con salas específicas, con lo que se evitará la contaminación.
Él junto con 6 médicos, dos odontólogos, un antropólogo y 17 auxiliares técnicos, conforman el Servicio Médico Forense, quienes a diario están en contacto con la muerte, ya sea por causas suicidas, homicidas o accidentes. Su trabajo es 24 horas por 365 días, pues nunca se sabe cuándo habrá un incidente, accidente o hallazgo de cadáver. En breve estrenarán instalaciones de vanguardia, con salas destinadas a cuerpos generales, cuerpos que requieren embalaje de evidencias con minuciosidad, y cuerpos putrefactos.
El Servicio Médico Forense se encarga de levantar los cadáveres que requieren de investigación, es decir, muertes violentas, así como las muertes inesperadas o sospechosas, como por ejemplo de un hombre joven que no presentaba enfermedad alguna y amanece muerto.
UN SEMEFO TOTALMENTE RENOVADO
El ansiado sueño de contar con nuevas instalaciones, funcionales y vanguardistas, está por cumplirse. Tras ocho años de espera, en breve podrán contar con un área de medicina legal amplia y seccionada, toda ella recubierta de cerámica cien por ciento lavable.
La antigua sala de autopsias cuenta con 3 unidades de inspección, ahora crecerán a 7. La nueva instalación está adjunta al área de trabajo antigua, donde se cuenta con un área de transferencia de un área contaminada a una no contaminada.
Se tienen secciones específicas o salas, la primera cuenta con 4 unidades o espacios para procesar los cadáveres generales, antiséptico, embalaje de evidencia, refrigerador con temperaturas que oscilan entre los 0 y 3 grados, así como un congelador de entre menos 10 grados. En el refrigerador se colocan los cuerpos que van a entregar rápido, en el congelador los que se quedarán, ello a pesar de que no se detiene la descomposición.
Adjunta a esta sala se encuentra otra para cadáveres de rastreo, es decir, aquellos que encuentran envueltos en encobijas o en situaciones similares que deben de tener una minuciosa recolección de evidencias.
En otra sala se cuenta con dos planchas más, está totalmente cerrada con acceso al congelador de manera directa estará destinada a los cadáveres en descomposición o putrefactos. “Esta sala recibirá a esos cadáveres que vienen ricos, jugosos y esponjosos, con olores diversos, pero ya no se contaminará más allá porque se pueden ingresar al congelador, sin pasearlos por otra área”.
El médico señaló que la parte del cuerpo que más feo huele es el cerebro. Explicó que pueden abrir el colon lleno de excremento condimentado, pero huele mejor que el cerebro, pues afirma que aunque se pongan doble guante quirúrgico, al retirarlos la mano queda con una estela por los próximos dos días. Ni siquiera alcanza a describir el olor, pues no existe nada parecido.
En la nueva área realizan los últimos detalles, faltan algunas barreras para que las camillas no golpeen las paredes y algunos topes en las puertas.
Esta zona será destinada a Medicina, el área de antropología actualmente tiene una plancha, pero se cambiará a la antigua sala de autopsias con 3 planchas, pues además se cuenta con una osteoteca donde los restos se resguardan en cajas; el área de odontología no contaba con espacio y ahora se irá a la sala que ocupa antropología y la primera en mención será oficina para criminalística.
Desde hace 8 años se inició la construcción, pero se quedó sin equipamiento, ahora se retomó el proyecto y se espera que en breve puedan ya prestar servicio en las nuevas instalaciones.