Acordeones, guitarras y voces norteñas comenzaron a escucharse este primero de noviembre en los panteones municipales, donde los visitantes llegan a visitar a sus fieles difuntos, siendo una constante el rendirles tributo con música, además de flores y el pensamiento.
Aunque el día primero se dedica a los niños que se nos adelantaron en el camino, muchas familias optaron por visitar este día las tumbas de sus seres queridos en general, donde se pudo apreciar que aunque hay añoranza y tristeza por quienes ya no están, también es una buena oportunidad para la convivencia y el trabajo en equipo para limpiar y adornar las tumbas.
Los Días de Muertos son para honrar las memorias de quienes ya no están y eso se proyecta en chicos y grandes, que aunque cabizbajos no desaprovechan los servicios de músicos que llevan décadas visitando los panteones en estas fechas, para cantar melodías a los padres irremplazables, a los hijos cuyo vacío es imposible llenar y a los amigos ausentes.
En los alrededores se instaló la tradicional Feria del Hueso con venta de una gran variedad de flores, coloridas coronas de todos tamaños y alimentos como la tradicional caña de azúcar, tamales, chilindrinas y banderillas, entre otros.
Hoy dos de noviembre se prevé una mayor afluencia de ciudadanos a los panteones municipales uno, dos y tres, donde se observa un importante operativo de seguridad integrado por elementos de Seguridad Pública, Vialidad, Protección Civil y cuerpos de paramédicos.
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