Cuauhtémoc. – Como parte de las estrategias para garantizar el abasto de agua potable a la ciudad de Cuauhtémoc durante la temporada de calor, el Director Ejecutivo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Miguel López Granados, informó que se analiza la ampliación de la red morada para utilizar el agua tratada en el mantenimiento de espacios públicos como parques y jardines, y con ello evitar el uso de agua potable en dichos lugares.
Explicó que más allá de ser una obligación por la Norma de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) el tratar el agua que se produce en las líneas de drenaje para que se inyecten a los cuerpos de agua, se efectúan acciones para su aprovechamiento para reducir el uso de agua potable.
Para ello, indicó que se vende determinada cantidad de metros cúbicos de agua tratada para el riego en huertos manzaneros, al igual que el mantenimiento a lo largo del Parque San Antonio, por lo que prevé ampliar el número de espacios públicos que utilicen agua que se suministra en la denominada red morada.
Agregó que se está en pláticas con el área de parques y jardines perteneciente a la Dirección de Servicios Públicos Municipales para suministrar agua tratada a una mayor cantidad de áreas verdes, incluso, dijo que se ha efectuado una medición de la distancia de la red morada con las instalaciones del Polideportivo “Beto” Pérez Holguín, la cual es de 900 metros, por lo que es viable usar agua de la planta tratadora de aguas residuales en el riego del pasto del citado espacio público.
Además, señaló que lo mismo ocurre con representantes de la liga de beisbol de la Sexta zona, para regar el césped del Gran Estadio por medio de la red morada, insistiendo en que es una oportunidad valiosa para hacer el uso que se debe a este tipo de líquido para que el agua potable sea suministrada para el consumo humano.
En lo referente a los conflictos que surgen por el registro de elevadas temperaturas que ocasionan olores fétidos en un amplio sector de la ciudad, sobre todo en zonas habitacionales cercanas a la planta tratadora de aguas residuales, López Granados dijo que se tienen la situación bajo control al contar con los insumos necesarios para evitar malos olores.
Explicó que la planta tratadora actúa en función de la temperatura, esto en base a cuestiones bacteriológicas que requieren de humedad y calor, por lo que, al haber más altas temperaturas, las bacterias se reproducen con más facilidad, generando una mayor cantidad de gases en el medio ambiente que, por ende, registra malos olores.
Para evitar este tipo de efectos, Miguel López informó que se aplica una mayor carga bacteriológica en las lagunas de oxidación de la planta tratadora de aguas residuales lo que permite la rápida absorción de los nutrientes y se evitan los malos olores, destacando que mensualmente la JMAS invierte 70 mil pesos en la compra de insumos para aplicarlos en la planta tratadora.