De acuerdo al Centro Integral “Madre Teresa de Calcuta” de Cuauhtémoc, que dirige el activista social Bernardo de la Torre, los índices de pobreza extrema en el municipio de Cuauhtémoc aumentan de manera importante, lo que es uno de los principales factores del incremento del número de personas con adicciones, principalmente menores de edad.
El filántropo cuauhtemense explicó que las estadísticas de pobreza extrema se palpan a diario con el arribo de cientos de personas provenientes de otros puntos del estado y del país, quienes en corto tiempo, pasan a sufrir una condición de calle al carecer de espacios donde pernoctar para integrarse al sector laboral.
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Dijo que desafortunadamente, la mayoría de las personas que llegan a Cuauhtémoc para laborar en diversas actividades del sector primario, optan por utilizar sus ingresos en la compra de bebidas etílicas, las cuales existen dudas sobre su adulteración, al ser productos que se consiguen a bajo precio.
Lo anterior origina que dichas personas participen en riñas con resultados, en la mayoría de los casos, de heridos e incluso muertos, además de carecer de alimento diarios, lo que es factor del consumo de otro tipo de estupefacientes que saca a dicha gente de su realidad.
Bernardo de la Torre lamentó que entre las estadísticas de aumento de adicciones se incluya a niños que a partir de los 10 años de edad ya padecen por problemas graves de alcoholismo y de consumo de diversas drogas como inhalantes.
Al ser el único centro que ofrece atención integral a personas en situación de calle, “Madre Teresa de Calcuta” se ve rebasado tanto en su capacidad estructural como de personal, ya que dependencias como la Procuraduría de Protección a Niñas Niños y Adolescentes, les canaliza a menores de edad que atraviesan por algún conflicto.
Ante ello, actualmente, se lleva a cabo el proyecto de un centro de atención a adicciones en menores de edad en el mismo espacio del Centro Integral “Madre Teresa de Calcuta”, en el que se prevé atender a una cantidad importante de jóvenes adictos, cuya obra se espera esté concluida hasta el próximo año.
Al carecer de un subsidio o apoyo gubernamental, integrantes del Centro Integral gestionan recursos ante el sector empresarial como entre la misma sociedad para poder solventar la atención alimenticia, hospedaje y atención a las adicciones que se da a más de un centenar de personas diariamente, quienes encuentran en dicho centro la atención humana de decenas de voluntarios y voluntarias.