En un esfuerzo conjunto por mitigar los efectos de los incendios forestales y fomentar el desarrollo sustentable en la Sierra Tarahumara, la gobernadora del estado de Chihuahua, Maru Campos, lideró un programa de reforestación en la Presa Situriachi.
Acompañada por brigadistas, voluntarios y estudiantes, la mandataria culminó la entrega de 1.2 millones de árboles que serán destinados a revitalizar los ecosistemas forestales de 33 municipios, beneficiando directamente a 10 mil habitantes de la región.
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El proyecto de reforestación, realizado en colaboración con la Fundación Grupo México, es uno de los esfuerzos más ambiciosos en términos de restauración ecológica en la región. Leonor Pintado, subdirectora de Medio Ambiente de la fundación, estuvo presente durante el evento para subrayar el compromiso a largo plazo de la entidad privada con la preservación del medio ambiente.
En este sentido, la gobernadora Campos destacó que, con la entrega de 220 mil árboles en la Presa Situriachi, se completa el objetivo de distribuir 1.2 millones de ejemplares, los cuales tienen el propósito de regenerar mil 136 hectáreas de áreas afectadas.
“Gracias por ayudarnos a sembrar estos arbolitos, por ayudarnos a reforestar y darle vida a la Sierra”, dijo la gobernadora, reconociendo el trabajo incansable de brigadistas y voluntarios que participaron activamente en el proceso de siembra.
La reforestación no solo representa una acción medioambiental, sino que está estrechamente ligada al desarrollo sostenible de la región. Las comunidades beneficiadas, que incluyen a Balleza, Bocoyna, Carichí, Guachochi y otros municipios de la Sierra, verán mejoras en la calidad del aire, la conservación de los suelos y el acceso a recursos naturales esenciales, lo que impactará positivamente en sus condiciones de vida.
Además de los beneficios ambientales, este esfuerzo también ha generado un significativo impacto económico. A través de una inversión de más de 60 millones de pesos, el proyecto ha financiado la creación de 128 mil jornales, garantizando empleo temporal para las comunidades involucradas y fortaleciendo la economía local.
Este componente social es fundamental para el éxito del proyecto, ya que muchas de las áreas reforestadas han sido afectadas históricamente por incendios forestales, sequías y deforestación. La intervención del gobierno estatal y las iniciativas privadas no solo buscan restaurar los ecosistemas, sino también brindar oportunidades de desarrollo económico a las comunidades rurales que dependen en gran medida de los recursos naturales.
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La Sierra Tarahumara, conocida por su biodiversidad y sus impresionantes paisajes, ha enfrentado desafíos ambientales severos en los últimos años, incluidos incendios forestales que han destruido grandes áreas de bosque. La reforestación, por tanto, es crucial para la recuperación de los suelos y la protección de los recursos hídricos, lo que a su vez ayuda a combatir los efectos del cambio climático.
Este esfuerzo, sin embargo, no termina con la siembra de árboles. La gobernadora Maru Campos hizo un llamado a la ciudadanía para que se sumen al cuidado y seguimiento de los árboles plantados, con el fin de asegurar su crecimiento y supervivencia a largo plazo. “Este es un trabajo de todos, un compromiso con el futuro de nuestra tierra y de las próximas generaciones”, señaló la mandataria.
Por su parte, Leonor Pintado destacó que la Fundación Grupo México seguirá promoviendo estrategias de colaboración con el gobierno estatal y otras organizaciones para implementar más proyectos de reforestación y conservación. "Invitamos a la ciudadanía a que se una a estos esfuerzos y siga trabajando junto con la iniciativa pública y privada por el bien de nuestros bosques y nuestras comunidades", añadió.
Con la entrega de los últimos 220 mil árboles en la Presa Situriachi, el gobierno de Maru Campos ha marcado en la gestión ambiental de Chihuahua. El compromiso con la Sierra Tarahumara no solo es una promesa de restauración ecológica, sino una visión de desarrollo sustentable que pretende generar beneficios a largo plazo para miles de familias que dependen de la salud del medio ambiente.