A raíz del aumento en el uso de materiales tóxicos que son utilizados como combustibles por las familias de la zona occidente para mitigar las bajas temperaturas que se recrudecieron a partir del fin de semana, autoridades de salud del Estado y la Federación, emitieron una serie de recomendaciones para evitar muertes por intoxicación, ya que destacaron que aumento en el uso de gas, el cual es incoloro y puede provocar la muerte al no prevenir su fuga.
La Secretaría de Salud de Gobierno del Estado a través de la IV Región de Salud, informó que durante la primera quincena del mes de noviembre se registró un cambio brusco de la temperatura, lo que provocó un aumento en el número de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS), además de motivar el uso de combustibles como el gas y la leña para mantener calientes los hogares, lo que aumenta los riesgos de intoxicaciones por monóxido de carbono.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por medio de la coordinadora de Salud Pública, Brenda Ramírez Vega, indicó que los escapes de los automóviles, estufas de gas y leña, braseros y el uso de calentones en viviendas mal ventiladas, son las principales causas que pueden provocar una intoxicación por este gas.
Explicó que el monóxido de carbono no tiene color ni olor y destacó que cuando una persona lo inhala, el corazón, cerebro y todo el cuerpo en sí, sufren por la falta de oxígeno.
La especialista mencionó que los síntomas varían de una persona a otra. “La inhalación masiva produce rápidamente la falta de respiración y pérdida del conocimiento. Niños, mujeres embarazadas y adultos mayores son los más afectados en caso de presentarse una intoxicación”, destacó.
Ramírez Vega advirtió que problemas respiratorios, dolor de cabeza y pecho, mareo, vómito, somnolencia, desmayo, debilidad muscular, latidos acelerados del corazón, convulsiones y pérdida del conocimiento, hasta caer en estado de coma, son algunos de los síntomas que se pueden presentar cuando se trata de una intoxicación por este gas.
Recomendó que en caso de que una persona resulte intoxicada, es necesario llevarla inmediatamente a un lugar donde pueda respirar aire fresco y que reciba atención médica lo más pronto posible.
Como medidas de prevención, recomendó que se revisen muy bien las instalaciones de gas, sobre todo en calentones y estufas, mantener ventiladas las habitaciones siempre abiertas una ventana con un mínimo de 15 centímetros para que permita renovar el aire.
“Lo más importante, antes de irse a dormir, es necesario apagar braseros o calentones, ya que mientras estén encendidos despiden el gas tóxico”, puntualizó.