Cd. Cuauhtémoc, Chih.- Aunque las lluvias han venido a menguar el daño a la zona serrana tras los incendios que sufrió, lo cierto es que a la fauna que falleció nada la reemplaza. El fuego arrasó con jabalíes, conejos, serpientes y codornices que eran parte de la dieta de los osos.
➡️ Recibe las noticias más relevantes de Chihuahua, Parral y Juárez directo a tu correo electrónico. ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!
Este mes ha incrementado el avistamiento del osezno colorado en Guerrero, Ocampo, Bocoyna y Maguarichi.
De acuerdo con Carlos Jáquez, director de Seguridad Pública y Protección Civil en Guerrero, los reportes han llegado desde varias comunidades, acudiendo en auxilio, pero lo único que pueden hacer es espantarlos con “palomitas” de pólvora.
El oso más grande que han detectado fue uno de 150 kilos, aproximadamente, que se aferró a un árbol en Rancho Carpio y cuya noticia se volvió viral a nivel nacional, a finales de junio.
Este mes se han observado más de su especie y osas con sus hijos. Los animales se han dedicado a matar becerros, vacas, cerdos, gallinas y chivas para alimentarse. Los dueños de ranchos (que han resultado afectados por la pérdida de ganado) y los pobladores han tenido la prudencia de no enfrentarlos.
Los osos son una especie protegida, su caza bajó drásticamente y quien se atreva a asesinarlos evidentemente cae en un delito.
Jáquez espera que una vez que asuma el próximo gobierno estatal, ahora sí el área forestal de Desarrollo Rural los ayude a enfrentar la situación antes de que se agrave. De momento las autoridades salientes, sencillamente no responden.
El último reporte atendido fue en Heredia. Desde el viernes y hasta este sábado, un elemento de Seguridad Pública acudió al llamado de los pobladores. En caso de ubicar al oso lo que hará será encender una “palomita” cuyo sonido espantará al animal y se irá.
El entrevistado afirma que los reportes son muchos y les es imposible acudir a todos. Les han llegado de Tomochi, San Pablo de la Sierra, Rancho Carpio, Rancho Colorado, Casa Blanca, Santa Rita, Girasol y San Isidro; también de la colonia San Rafael. “Los avistamientos son en todo lo pegado a la sierrita, al río”.
La recomendación a la población ha sido que no se enfrenten a los osos. Afortunadamente, hasta el momento no se han registrado ataques por parte de los animales a personas.
En caso de que un oso se acerque mucho a una casa, dentro los habitantes deben hacer mucho ruido, sonido con tablas o lo que se pueda, para que se alejen.
Carlos Jáquez indicó que sólo se ha tratado de especímenes del osezno colorado, ya que el oso negro habita en las zonas de Namiquipa y Madera.