A raíz del aumento de la demanda de productos del mar que se acostumbran consumir en la temporada de Semana Santa, el Departamento de Gobernación Municipal de Cuauhtémoc, mantiene la vigilancia para evitar que este tipo de productos se comercialicen de manera incorrecta en la vía pública, ya que esto puede ser factor de problemas de salud graves para el consumidor.
Como cada año, inspectores de gobernación municipal recorren distintos puntos de la ciudad con el fin de detectar a personas que aprovechan la temporada para obtener un ingreso extra con la venta principalmente de pescado que sustraen de cuerpos de agua ubicados en el municipio de Cuauhtémoc, entre estos la Laguna de Bustillos, que está en las inmediaciones del seccional de Anáhuac.
La instrucción del personal de la dependencia municipal es retirar de la vía pública a los vendedores de este tipo de productos, ya que no cuentan con las medidas de higiene necesarias para comercializar alimentos perecederos como lo es el pescado, el cual requiere de una congelación adecuada para evitar su descomposición y por ende, causar daño a quien lo ingiere.
A este tipo de operativos se suma personal de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COESPRIS), quien además de apoyar en la revisión del comercio de pescado de forma ambulante, hace lo propio en lugares cerrados como restaurantes o sitios en donde se expenden diversos productos del mar crudos, como lo son las pescaderías, en donde también se evalúa que cuente con el equipo indispensable para mantener en buen estado los pescados y mariscos.
A pesar de iniciar la afluencia de visitantes a la región de Cuauhtémoc, hasta el momento no se ha reportado la presencia de vendedores ambulantes de pescados, aunque se prevé que esto surja entrado el fin de semana, que es cuando aumenta la actividad de días de campo en puntos considerados como atractivos turísticos en los municipios de Cusihuiriachi, Carichi y Cuauhtémoc.
Es en estos puntos a los que acuden personas a ofrecer sus productos, como también lo hacen en los conocidos “cuadros” o tianguis que se establecen en colonias populares, por lo que se recomienda a la población evitar adquirir los productos del mar en la vía pública al estar en riesgo su salud por la falta de trato adecuado a este tipo de alimentos de fácil descomposición.
Por su parte, como parte de las acciones que son realizadas por COESPRIS, a partir de la semana mayor se realiza la inspección de la calidad de los productos, así como también la vigilancia de la elaboración y venta de los mismos, todo para constatar que cuentan con las medidas de higiene.
Para ello se hacen una serie de recomendaciones por parte de las autoridades a los empleados y propietarios de los establecimientos para continuar implementando todas las medidas que se requieren para poder comercializar estos productos de fácil descomposición.