Cuauhtémoc. – Al trascender la construcción de un ambicioso proyecto turístico en el municipio de Chínipas, en el cual notas periodísticas aseguran que fue auspiciado por un presunto líder criminal conocido como Jesús Alfredo Salazar Ramírez, el Obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval, refirió que sin conocer a detalles el caso, es conocido que narcotraficantes realizan obra pública en pueblos serranos como una forma de agradecimiento al pueblo que los vio nacer.
Monseñor González Sandoval, declaró no contar con información respecto a la construcción de miles de escalones en un punto específico de la cabecera municipal de Chinipas, sin embargo, indicó que es sabido que de ese municipio es originaria la familia Salazar Ramírez, de la cual algunos de sus integrantes son relacionados con la delincuencia organizada que opera en la sierra de Chihuahua y Sonora.
Ante ello, dijo que no son ajenas las acciones de “altruismo” por parte de estas personas, esto como agradecimiento a su pueblo, más que buscar el respaldo del mismo para fortalecer actividades ilícitas, subrayando que: “realmente no le piden permiso al pueblo, sino simplemente haces las obras que les plazca”, expresó el líder religioso.
No obstante, dijo que, a diferencia del pueblo, la iglesia se opone rotundamente a la relación con grupos delictivos que también en el pasado han pretendido “apoyar” con la restauración de sus iglesias, relación que pretende hacer más directa con este sector.
Si bien la información que se conoce sobre la inversión en el proyecto turístico se basa en publicaciones periodísticas, hasta el momento no se ha dado a conocer oficialmente la cantidad y procedencia de los recursos, destacando que lo único que ha trascendido es que se trata de una de las escalinatas más grandes del mundo.
Al indagar sobre detalles de la obra, se obtuvo información de fuentes de la Presidencia Municipal de Chinipas que le proyecto se creó en el conocido “Cerro del Recodo”, catalogado como uno de los puntos más altos de la región del citado municipio, en donde se construyó un mirador al que se accede tras caminar por un total de mil 348 escalones en una altura de 273.6 metros.
En el trayecto a la cúspide se cuenta con áreas de descanso con sus respectivas bancas que permiten a los visitantes disfrutar del paisaje de la sierra chihuahuense, así como la ubicación en el mirador de áreas de asadores y zonas de descanso, obra que fue concluida en el lapso de 5 meses.
Si bien el Municipio busca difundir la obra para la promoción turística de la región, existe un total hermetismo al momento de cuestionar el origen de los recursos y el monto del costo de la obra, señalando que más que ello busca el atraer visitantes para fomentar el desarrollo económico, aunque existe una placa en la que el presunto líder criminal expresa su cariño al pueblo que lo vio nacer, lo que hace presumir que fue el encargado de auspiciar la obra .