Como parte de las acciones de prevención y orientación a la sociedad, los oficiales de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Cuauhtémoc comisionados al D.A.R.E. (Drugs Abuse Resistence Education por sus siglas en inglés), ofrecieron información útil y práctica a los maestros y maestras sobre el protocolo de seguimiento, en caso de presentarse alguna situación de abuso sexual con algún alumno o alumna de este prescolar, así como las obligaciones y responsabilidades que tienen como funcionarios públicos.
Lo anterior se enfocó en escuelas del seccional de Anáhuac, en donde la dinámica se basó en ofrecer pláticas de prevención y orientación para detectar y atender el abuso sexual en menores, la cual se impartió en específico a personal docente del jardín de niños Justo Sierra.
Se detalló que el abuso sexual infantil no deja testigos y en ocasiones tampoco pruebas del delito, lo que hace muy difícil para las familias proteger a sus hijos; sin embargo, se debe confiar en un niño que confiesa que alguien le ha tocado o ha tenido un comportamiento inapropiado con él, ya que solo entre el 2 y el 8 por ciento de los menores miente al hablar de abuso infantil.
Además, alertaron sobre algunas señalase que son indispensables para detectar a alguna posible víctima de abuso sexual, tales como conocimiento, comportamiento, dibujos y lenguaje sexual que no corresponde con su edad.
Aunado a ello destaca que si se observa que un menor habla y da detalles concretos sexuales, tiene una actitud sexual con sus juguetes o se dirige a los demás de forma sexual es importante que se indague sobre el tema, así como estado de ánimo y comportamiento alterado
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Si es poco afectuoso y no quiere que le toquen, está inquieto, irritable, nervioso, triste o llora desconsoladamente. Incluso a veces, hay niños que vuelven a tener comportamientos (regresiones) que ya tenían superados como mojar la cama o actitudes infantiles.
Otro punto es la alteración de sueño, ya que es muy habitual que los niños que sufren abuso sexual se encuentren cansados porque no duermen bien o tienen frecuentes pesadillas, así como cambios en la higiene.
Trascendió que los niños que han sufrido abusos empiezan a tener una excesiva o falta de higiene, detallando que esto sucede debido al estrés o la culpa que sienten ante estas situaciones. Hay niños que sienten vergüenza o tratan de protegerse y no quieren que se les vea desnudos para evitar descubrir sus lesiones.
Otro factor que conlleva a saber si los menores son víctimas de abuso sexual es la alteración en su alimentación, ya que al igual que ocurre con la higiene, algunos niños cambian su alimentación; por ejemplo, hay quienes se niegan a comer debido a la situación estresante que están viviendo.
El bajo rendimiento académico que se muestra por la poca capacidad de concentración va a disminuir y con ello, es habitual que sus notas empiecen a descender y que deje de tener interés por los estudios, por lo que se recomienda en caso de observar alguno de estos síntomas, hacer contacto inmediato con las autoridades.